Hace treinta y dos años...
Moderadores: elindio, clmoro, marcos
Hace treinta y dos años...
A esta hora estábamos todos desconcertados en el laburo. Los pibes en las aulas estaban callados como nunca. Nosotros dábamos la clase con la cabeza bien lejos.
Yo pensaba en mi amigo Mariucho, piloto de la Fuerza aérea, en el tanito de a la vuelta de casa, en mi primo Tito, suboficial del ejército, mientras la mano gastaba la tiza contra el pizarrón.
En el recreo, el nabo de Juan, compañero de laburo, decía ¡Qué suerte haber nacido en el '57... zafamos!
Yo había leído desde siempre acerca de la primera guerra mundial, de la segunda, de Corea, de Vietnam... fue un tema que siempre me interesó. Recuerdo que leía todo lo que me llagaba a las manos pensando que tenía la fortuna de vivir en un país que estaba lejos de todo ese horror...
Cuando caí en la cuenta, me preparé para ahorrar luz, para juntar cosas para las tropas, para colaborar en lo que fuera...
A las once de la mañana, el mate seguía caliente en la sala de profesores, la hornalla prendida al pedo, los ordenanzas hablando del mundial, algunos chicos volvían a hinchar las pelotas en el patio, y de pronto parecía que no pasaba nada...
Días después, vi las colas en la YPF de la Ricchieri que está enfrente Mercado Central, en el final del complejo de edificios de "El Hogar Obrero", para cargar nafta en semana santa para rajarse a Mar del Plata, vi llorar a Juan después del hundimiento del Belgrano, pero porque la selección había perdido con Bélgica...
Un mes después, vi a la madre del tanito llorar porque no sabía qué había pasado con su hijo. Nos trajeron a Mariucho en un cajón cerrado. Mi primo Tito no llegó a ir a las islas. Galtieri fue desplazado. Perdimos, y sólo echaron al técnico, como en el mundial de fútbol...
Juan siguió agarrando la tiza con los pies, los pibes siguieron haciendo quilombo en las horas de geografía, la pava siguió al lado de la hornalla prendida al pedo, el tanito volvió de noche como un fugitivo (ahora está en el Borda)... y yo seguí sin entender.
Treinta y dos años después, todavía no entiendo.
Saludos.
Daniel.
Yo pensaba en mi amigo Mariucho, piloto de la Fuerza aérea, en el tanito de a la vuelta de casa, en mi primo Tito, suboficial del ejército, mientras la mano gastaba la tiza contra el pizarrón.
En el recreo, el nabo de Juan, compañero de laburo, decía ¡Qué suerte haber nacido en el '57... zafamos!
Yo había leído desde siempre acerca de la primera guerra mundial, de la segunda, de Corea, de Vietnam... fue un tema que siempre me interesó. Recuerdo que leía todo lo que me llagaba a las manos pensando que tenía la fortuna de vivir en un país que estaba lejos de todo ese horror...
Cuando caí en la cuenta, me preparé para ahorrar luz, para juntar cosas para las tropas, para colaborar en lo que fuera...
A las once de la mañana, el mate seguía caliente en la sala de profesores, la hornalla prendida al pedo, los ordenanzas hablando del mundial, algunos chicos volvían a hinchar las pelotas en el patio, y de pronto parecía que no pasaba nada...
Días después, vi las colas en la YPF de la Ricchieri que está enfrente Mercado Central, en el final del complejo de edificios de "El Hogar Obrero", para cargar nafta en semana santa para rajarse a Mar del Plata, vi llorar a Juan después del hundimiento del Belgrano, pero porque la selección había perdido con Bélgica...
Un mes después, vi a la madre del tanito llorar porque no sabía qué había pasado con su hijo. Nos trajeron a Mariucho en un cajón cerrado. Mi primo Tito no llegó a ir a las islas. Galtieri fue desplazado. Perdimos, y sólo echaron al técnico, como en el mundial de fútbol...
Juan siguió agarrando la tiza con los pies, los pibes siguieron haciendo quilombo en las horas de geografía, la pava siguió al lado de la hornalla prendida al pedo, el tanito volvió de noche como un fugitivo (ahora está en el Borda)... y yo seguí sin entender.
Treinta y dos años después, todavía no entiendo.
Saludos.
Daniel.
- Gladiator291
- Torino ZX
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- Registrado: 20 Abr 2012, 23:14
Re: Hace treinta y dos años...
Buena reflexión Daniel.
Yo me acuerdo que estaba en la primaria y todos los días teníamos que llevar un alimento no perecedero o algo de ropa de abrigo. Después de unos días, los primeros 5min antes de empezar la clase, hacíamos una especie de simulacro de como reaccionar ante un bombardeo.
Los sábados teníamos que ir a la mañana porque se hacía algo así como una kermese, donde nuestras "viejas" cocinaban alguna torta que después se vendían. La plata la juntaba la Directora y su destino era "nuestros soldados en Malvinas". Si no ibas, doble falta.
Y la maestra enseñándonos a "economizar" agua, gas y luz. De la "Marcha de Malvinas", "Carta para mi Hermano" y las cadenas Nacionales del "comunicado del estado mayor conjunto..."
No se como habrá sido el caso particular de cada uno, pero fue tanto lo que me quedó de esa época que varios años después me tomé el colectivo para ir al colegio y subió un ex combatiente que vendía reglas con la leyenda "volveremos", en un segundo reviví toda esa época y fue tal la emoción que me paré y le pregunté si lo podía abrazar. El tipo se puso a llorar. Yo tenía 14 años y era la primera vez que veía a uno de los "HEROES DE MALVINAS".
Yo me acuerdo que estaba en la primaria y todos los días teníamos que llevar un alimento no perecedero o algo de ropa de abrigo. Después de unos días, los primeros 5min antes de empezar la clase, hacíamos una especie de simulacro de como reaccionar ante un bombardeo.
Los sábados teníamos que ir a la mañana porque se hacía algo así como una kermese, donde nuestras "viejas" cocinaban alguna torta que después se vendían. La plata la juntaba la Directora y su destino era "nuestros soldados en Malvinas". Si no ibas, doble falta.
Y la maestra enseñándonos a "economizar" agua, gas y luz. De la "Marcha de Malvinas", "Carta para mi Hermano" y las cadenas Nacionales del "comunicado del estado mayor conjunto..."
No se como habrá sido el caso particular de cada uno, pero fue tanto lo que me quedó de esa época que varios años después me tomé el colectivo para ir al colegio y subió un ex combatiente que vendía reglas con la leyenda "volveremos", en un segundo reviví toda esa época y fue tal la emoción que me paré y le pregunté si lo podía abrazar. El tipo se puso a llorar. Yo tenía 14 años y era la primera vez que veía a uno de los "HEROES DE MALVINAS".
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- Flotillero
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Re: Hace treinta y dos años...
Gracias a los dos por compartir esas historias, para que "pibes" como yo que no lo vivimos sepamos mas de la historia. Gracias
Cesar C - San Carlos de Bariloche
Cesar C - San Carlos de Bariloche
Re: Hace treinta y dos años...
El recuerdo que tengo del amanecer del 2 de Abril de 1982, es el día de alta en la "colimba", la formación en el "patio de armas", y la notificación por parte del jefe del regimiento que la Argentina había recuperado las Islas Malvinas. Una sensación de alegría, orgullo y ganas de ir, es lo que sentí. Siempre digo que me perdí aquello, por no haber estado en el lugar indicado. Mi generación creció con un sentimiento hoy muy difícil de ver en los de menos de 40 años, que sufrieron el "proceso de desmalvinización", iniciado por el propio gobierno militar, y continuado en democracia. Era bronca lo que sentí, difícil de plasmar en palabras, cuando en el colegio aprendías que un pedazo de tu patria estaba usurpado por el invasor británico. De allí la alegría por la noticia inesperada, aquel 2 de Abril, hoy ya 32 años después.
El martes a la noche, algunos muchachos del foro, como Jorgito CASTELLS, Germán "Huey", y mi hijo mayor Jorge con su esposa Noelia, se fueron para San Andrés de Giles, para participar de la vigilia del 2 de Abril. CASTELLS, se va a hacer un rato y les contará algo más de ese evento donde la gente acompaña a quiénes dieron todo por su patria.
Mi hijo mayor, amén de trabajar entre los fierros, estudiar Licenciatura en Historia, se dedica también a la docencia. Gracias a Germán "Huey", conoció a Esteban TRIES, un conscripto ascendido a Cabo 1° de la reserva por el valor demostrado en combate, y lo ha llevado varias veces en estas fechas, para que hable con sus alumnos y transmita ese sentimiendo de nuestra generación para con Malvinas, y en su caso lo que vivió en la guerra.
Les voy a dejar una suerte de ensayo que escribió Jorge. A mí, su padre, no deja de sorprenderme que un tipo de 27 años escriba así, y con este sentimiento. Se ve que se lo supimos transmitir. Habrá partes del texto con las que estemos de acuerdo o no. No importa, pero me parece muy valioso para leerlo.
"Carta Abierta a los argentinos en el 2 de abril del 2014
Es la madrugada de un nuevo 2 de abril. Han pasado ya treinta y dos años del inicio de la Operación Rosario, cuando hubo un Ejército instruido y un pueblo decidido a enfrentarse al invasor. Sí, digámoslo y hagamos una mirada interior. Más allá de los gobiernos, que bien conocemos como nefastos, la batalla de las Malvinas las libró, en buena medida el Pueblo Argentino. Ese pueblo algo extraño, inexplicable, imposible de predecir; capaz de lograr cosas increíbles así como de soportar las peores felonías sin inmutarse.
Malvinas es una causa permanente de la Nación Argentina. Desde la expulsión del gaucho Rivero en 1833, ese sector del Sur ha sido motivo permanente de protesta nacional, así como también aliciente para forjar el carácter de las jóvenes generaciones estudiantiles. Las Malvinas antes de la guerra, están presentes en las aulas y en la cultura. Son parte primordial de la memoria y de la construcción identitaria de este pueblo. Después de todo, es natural; una Patria que nació para la lucha, para enfrentarse a todo tipo de afrenta imperial sea dónde fuere; una Nación pacífica que, en sus momentos de más brillante lucidez, no ha buscado más que promover el libre desarrollo de la libertad y felicidad de los pueblos. Jamás podía pasar que semejante prepotencia manifiesta, como la usurpación de un territorio, fuese tolerada o aguantada por toda la eternidad. Y así ocurrió, quizá apresuradamente, quizá sin mejores opciones, quizá con poca paciencia para la solución diplomática; lo cierto es que el conflicto se llevó a las armas a partir de los sucesos que procedieron al 2 de abril y a la gloriosa Operación Rosario. Esa parte, personalmente, la prefiero dejar para los especialistas en la materia. Lo cierto es que bajo el hecho consumado, los argentinos fueron a defender a su Patria, a su casa, a enfrentar a un Imperio enmascarado en el viejo león y en la recientemente formada OTAN.
El desarrollo y el desenlace de la batalla en las islas bien lo conocemos ya. Los veinte años, un poco más, un poco menos, de desmalvinización, bien los conocemos también lamentablemente. Ellos no significaron otra cosa que el cumplimiento de los deseos de sir Winston Churchill, personaje tan levantado por la prensa occidental y tan nefasto para el libre albedrío de nuestra nación; el último de ésta familia en 1982, nieto del héroe de la Segundo Guerra Mundial, se mostrará deseoso de hundir a la Argentina en el barro de la humillación; y el primero, vencedor de Hitler, que dirá en Yalta, 1945: “No permitan que Argentina se convierta en potencia, porque tras de sí arrastrará a toda Hispanoamérica”. Semejantes premisas no podían hacer más que imponer al pueblo argentino la más espantosa humillación, abrochada como con moño en la firma de los Tratados de Madrid. Saben bien quienes manejan los hilos de la civilización actual, que los caballos que portan los quijotes de las tierras argentas, son duros de domar, leales a sus jinetes y fieros en la partida. Saben bien, que no cualquiera ha de pisar estas pampas así nomás. Ellos lo saben. ¿Y nosotros? ¿Nos hemos dado cuenta de dónde estamos parados?
No usemos tan sólo nuestra mirada cercana para encontrar la respuesta. No es sencilla, es profunda. Es indagar en los anales, no sólo de nuestra historia, sino de la Historia, esa dama fina y misteriosa que pertenece al género humano y a su destino de eternidad. No es en su desconexión ni en su tardía inserción al proceso de modernización capitalista, ni en su lenta y atrasada suma al mercado mundial lo que ubica al granero del mundo en su situación actual. No es su dificultad de copiar los modelos de las democracias occidentales, basadas en el imperio de la razón y la ley, que muy bien supo instituir la Revolución Francesa. En la Patria nuestra, que no es sólo Argentina, sino que es, como bien sabía Churchill, toda Hispanoamérica, es decir, nuestra Patria Grande, descansan aquellos valores fundamentales que hacen del ser humano un ser histórico, trascendente. Se encuentra el resultado del tormentoso proceso colonial, muy distinto al de otras latitudes. En Hispanoamérica, la razón no entró sin pedir permiso al corazón y es esa la clave de estos tiempos y de los tiempos anteriores. Esa bravura heredada de los caballeros cristianos, amalgamada con la armonía y paciencia de los naturales de estas tierras, son inherentes al ser nacional, muy distinto al modelo de consumo de la civilización del derroche, como nos dice nuestro Papa Francisco. Esa composición que hace al hombre moderno, adaptado al modo de vida materialista, no encaja en estas latitudes criollas.
Y es por estos motivos, que aún la Argentina está en busca de su destino manifiesto. Y en esto, debo decir que además de mis razones para afirmar estos supuestos, me guía una ciega fe. Podremos tener una enorme crisis moral, pero no dudo de ese destino manifiesto. Destino que portó alguna vez Grecia, que alguna vez tomó Roma, que se disputó en el Norte tras la explosión moderna y cuya llama llega hoy a nuestros días, en los que la Humanidad se debate sobre el advenimiento de tiempos distintos; dónde los pueblos, más que nunca, se acercan al día en que harán tronar el escarmiento. Tras los rumores que el Neoliberalismo impuso en los noventa con su teoría del “fin de la historia”, nos encontramos bajo un marco muy distinto. Son tiempos equiparables a los que se vivieron entre el Renacimiento y la Revolución Francesa y Rusa, con la INMENSA diferencia de que las velocidades de los cambios no están tiradas ya por caballos, sino por señales satelitales y cables de fibra óptica. Lo cual, convierte a estos tiempos en algo impredecible.
Y serán estos pasos que de la Humanidad, obligatoriamente dados bajo nuevos parámetros. La razón y la ley deberán elevar nuevamente a su pedestal a la fe. El Hombre ya no puede soportar vivir sin su sentido de trascendencia. La experiencia de los últimos cien años, nos demuestra que las filosofías derivadas del materialismo han fracasado y han llevado al hombre a ser devorador del hombre y de su entorno. Y es por esta búsqueda armónica entre la mente y el corazón, que la vieja herencia del Quijote y el amor a la tierra del Inca serán portadoras de la llama que alguna vez Prometeo se atrevió a robar del Olimpo.
Aunque suene exagerado, Malvinas es una pieza clave en este proceso histórico. Creo a mi entender, que son dos los hechos históricos que marcan el destino de nuestro pueblo. El último y más cercano en el tiempo, es la existencia de un Papa argentino, hecho de trascendencia universal, fundamental para resaltar que nuestra cultura y educación dio para ubicar a un compatriota en semejante esfera de poder. Y el segundo, como adelanté, es la existencia de la batalla de Malvinas. Y esto no puedo explicarlo yo con mis palabras solamente. Es más que necesario el allegarse a un veterano de guerra para comprender lo que digo. El Veterano de Malvinas carga consigo con los valores permanentes que defendió con la vida y con los que juró honrar a sus camaradas caídos. Es un recordatorio permanente del valor moral, del honor.
Un amigo veterano, en una charla de café, ante mi insistencia con la deuda que el pueblo tiene para con quienes lucharon, me respondió muy sencillamente que tal deuda no existe, que hicieron lo suyo y están para seguir haciéndolo. Si quien sangró considera que su tarea aún no acabó…a mi que me queda? Hablando mal y pronto y, muy en criollo, me re cagó. Hasta el último suspiro tengo que luchar con alma y vida. Y es así amigos. La Nación Argentina, después de la Guerra de Malvinas, ya no puede decir que tan sólo tiene con qué para poder ser un gran país; después de Malvinas, Argentina DEBE SER un gran país. No tiene opción, no tiene vuelta atrás. Mirándolo incluso desde el lado negativo, no hay ya más nada por perder. Quienes se codean con el enemigo, habiendo nacido incluso aquí (lo que comúnmente llamamos traidor o cipayo), ya se han vendido por tierras cuando la lucha era por la soberanía en la era de la organización nacional; se han vendido por negocios cuando lo imperioso era alcanzar la justicia social y la independencia económica; y después de Malvinas, habiendo demostrado los argentinos que bajo las pampas sólo corren los gauchos, no han perdido tiempo en regalar los baluartes que justifican la existencia de una Nación, que son sus valores permanentes. Este último, es el peor ultraje. Es equivalente a desconectar el respirador de una persona enferma. Si hasta ahí necesitábamos un milagro, después de eso necesitamos mucho más. No tenemos más nada que esperar. No hay nada más que se nos pueda regalar.
Ha llegado por fin el tiempo en que le toca al Pueblo tomar la acción. Y no nos queda otra. Es ya cuestión de supervivencia. Y suerte que tuvimos Malvinas. Con todo el respeto y admiración que se merecen quienes cayeron y quienes tienen familiares caídos. No celebro una guerra. Pero la Historia tiene estos juegos. Los Héroes nos han dado esta arma, poderosísima. Tan sólo basta con mirar el trabajo que hoy realiza el Veterano, recorriendo colegios, apostando a la juventud, al futuro. Mirando, como un Quijote, hacia la eternidad. La verdadera trama de Malvinas está en ese tesón. Esa formidable resistencia nos dará la victoria. Tardará más o menos, la veré o no, pero por nada del mundo dejaré de creer en ella. La Argentina y toda la América de San Martín lo verán y serán eso que el Hombre necesita. Y de esa tarea no podemos escapar. No será nuestra resquebrajada democracia moderna, materialista, la que lo logre. Será la democracia que el pueblo opere la que nos encause. No será el imperio de la ley. Serán las leyes que el pueblo impere las que legislen una justicia popular, una independencia legítima y definitiva, una soberanía sincera y una autenticidad cultural innegociable, pero solidaria. Porque serán esas ansias y justicias de libertad las que construyan un nuevo mañana, con el que soñaron nuestros héroes; ansias que causaron temor en los poderosos y esperanza en los desahuciados. Porque serán los valores morales que hicieron de esta tierra una Potencia Cultural, los que logren el milagro y pongan a la Patria en un estado de juventud maravilloso y esplendoroso, digno del sacrificio de tantas generaciones de argentinos que así lo soñaron.
A estas horas de la madrugada, ya me siento soñando despierto. Si todos lo hiciéramos, verían qué esto es fácil. No bajemos los brazos. Hay 649 faros a los que seguir mirando. Las batallas, aún las estamos librando. Que el enemigo inglés; qué digo inglés: mis respetos a cualquier pueblo de la tierra; que el enemigo mercenario del vil metal, no piense que esto le será fácil. Han vencido en la fuerza, materia en la que llevan la ventaja tras centurias de desarrollo; pero no han quebrado aún nuestros espíritus. No se gana una guerra sin quebrar la voluntad de vencer del enemigo. Es un honor, saber que aún hay tropas de élite encarando este combate. A darles batallas mis bravos compatriotas! Se desbarrancarán los Andes y se secará el Atlántico antes que se rinda el último argentino bien nacido de una matrona gaucha. VIVA LA PATRIA CARAJO!!!
MALVINAS: ES LA VOLUNTAD DE UNA NACION.
Jorge Guillermo Ochoa, 27 años, docente."
El martes a la noche, algunos muchachos del foro, como Jorgito CASTELLS, Germán "Huey", y mi hijo mayor Jorge con su esposa Noelia, se fueron para San Andrés de Giles, para participar de la vigilia del 2 de Abril. CASTELLS, se va a hacer un rato y les contará algo más de ese evento donde la gente acompaña a quiénes dieron todo por su patria.
Mi hijo mayor, amén de trabajar entre los fierros, estudiar Licenciatura en Historia, se dedica también a la docencia. Gracias a Germán "Huey", conoció a Esteban TRIES, un conscripto ascendido a Cabo 1° de la reserva por el valor demostrado en combate, y lo ha llevado varias veces en estas fechas, para que hable con sus alumnos y transmita ese sentimiendo de nuestra generación para con Malvinas, y en su caso lo que vivió en la guerra.
Les voy a dejar una suerte de ensayo que escribió Jorge. A mí, su padre, no deja de sorprenderme que un tipo de 27 años escriba así, y con este sentimiento. Se ve que se lo supimos transmitir. Habrá partes del texto con las que estemos de acuerdo o no. No importa, pero me parece muy valioso para leerlo.
"Carta Abierta a los argentinos en el 2 de abril del 2014
Es la madrugada de un nuevo 2 de abril. Han pasado ya treinta y dos años del inicio de la Operación Rosario, cuando hubo un Ejército instruido y un pueblo decidido a enfrentarse al invasor. Sí, digámoslo y hagamos una mirada interior. Más allá de los gobiernos, que bien conocemos como nefastos, la batalla de las Malvinas las libró, en buena medida el Pueblo Argentino. Ese pueblo algo extraño, inexplicable, imposible de predecir; capaz de lograr cosas increíbles así como de soportar las peores felonías sin inmutarse.
Malvinas es una causa permanente de la Nación Argentina. Desde la expulsión del gaucho Rivero en 1833, ese sector del Sur ha sido motivo permanente de protesta nacional, así como también aliciente para forjar el carácter de las jóvenes generaciones estudiantiles. Las Malvinas antes de la guerra, están presentes en las aulas y en la cultura. Son parte primordial de la memoria y de la construcción identitaria de este pueblo. Después de todo, es natural; una Patria que nació para la lucha, para enfrentarse a todo tipo de afrenta imperial sea dónde fuere; una Nación pacífica que, en sus momentos de más brillante lucidez, no ha buscado más que promover el libre desarrollo de la libertad y felicidad de los pueblos. Jamás podía pasar que semejante prepotencia manifiesta, como la usurpación de un territorio, fuese tolerada o aguantada por toda la eternidad. Y así ocurrió, quizá apresuradamente, quizá sin mejores opciones, quizá con poca paciencia para la solución diplomática; lo cierto es que el conflicto se llevó a las armas a partir de los sucesos que procedieron al 2 de abril y a la gloriosa Operación Rosario. Esa parte, personalmente, la prefiero dejar para los especialistas en la materia. Lo cierto es que bajo el hecho consumado, los argentinos fueron a defender a su Patria, a su casa, a enfrentar a un Imperio enmascarado en el viejo león y en la recientemente formada OTAN.
El desarrollo y el desenlace de la batalla en las islas bien lo conocemos ya. Los veinte años, un poco más, un poco menos, de desmalvinización, bien los conocemos también lamentablemente. Ellos no significaron otra cosa que el cumplimiento de los deseos de sir Winston Churchill, personaje tan levantado por la prensa occidental y tan nefasto para el libre albedrío de nuestra nación; el último de ésta familia en 1982, nieto del héroe de la Segundo Guerra Mundial, se mostrará deseoso de hundir a la Argentina en el barro de la humillación; y el primero, vencedor de Hitler, que dirá en Yalta, 1945: “No permitan que Argentina se convierta en potencia, porque tras de sí arrastrará a toda Hispanoamérica”. Semejantes premisas no podían hacer más que imponer al pueblo argentino la más espantosa humillación, abrochada como con moño en la firma de los Tratados de Madrid. Saben bien quienes manejan los hilos de la civilización actual, que los caballos que portan los quijotes de las tierras argentas, son duros de domar, leales a sus jinetes y fieros en la partida. Saben bien, que no cualquiera ha de pisar estas pampas así nomás. Ellos lo saben. ¿Y nosotros? ¿Nos hemos dado cuenta de dónde estamos parados?
No usemos tan sólo nuestra mirada cercana para encontrar la respuesta. No es sencilla, es profunda. Es indagar en los anales, no sólo de nuestra historia, sino de la Historia, esa dama fina y misteriosa que pertenece al género humano y a su destino de eternidad. No es en su desconexión ni en su tardía inserción al proceso de modernización capitalista, ni en su lenta y atrasada suma al mercado mundial lo que ubica al granero del mundo en su situación actual. No es su dificultad de copiar los modelos de las democracias occidentales, basadas en el imperio de la razón y la ley, que muy bien supo instituir la Revolución Francesa. En la Patria nuestra, que no es sólo Argentina, sino que es, como bien sabía Churchill, toda Hispanoamérica, es decir, nuestra Patria Grande, descansan aquellos valores fundamentales que hacen del ser humano un ser histórico, trascendente. Se encuentra el resultado del tormentoso proceso colonial, muy distinto al de otras latitudes. En Hispanoamérica, la razón no entró sin pedir permiso al corazón y es esa la clave de estos tiempos y de los tiempos anteriores. Esa bravura heredada de los caballeros cristianos, amalgamada con la armonía y paciencia de los naturales de estas tierras, son inherentes al ser nacional, muy distinto al modelo de consumo de la civilización del derroche, como nos dice nuestro Papa Francisco. Esa composición que hace al hombre moderno, adaptado al modo de vida materialista, no encaja en estas latitudes criollas.
Y es por estos motivos, que aún la Argentina está en busca de su destino manifiesto. Y en esto, debo decir que además de mis razones para afirmar estos supuestos, me guía una ciega fe. Podremos tener una enorme crisis moral, pero no dudo de ese destino manifiesto. Destino que portó alguna vez Grecia, que alguna vez tomó Roma, que se disputó en el Norte tras la explosión moderna y cuya llama llega hoy a nuestros días, en los que la Humanidad se debate sobre el advenimiento de tiempos distintos; dónde los pueblos, más que nunca, se acercan al día en que harán tronar el escarmiento. Tras los rumores que el Neoliberalismo impuso en los noventa con su teoría del “fin de la historia”, nos encontramos bajo un marco muy distinto. Son tiempos equiparables a los que se vivieron entre el Renacimiento y la Revolución Francesa y Rusa, con la INMENSA diferencia de que las velocidades de los cambios no están tiradas ya por caballos, sino por señales satelitales y cables de fibra óptica. Lo cual, convierte a estos tiempos en algo impredecible.
Y serán estos pasos que de la Humanidad, obligatoriamente dados bajo nuevos parámetros. La razón y la ley deberán elevar nuevamente a su pedestal a la fe. El Hombre ya no puede soportar vivir sin su sentido de trascendencia. La experiencia de los últimos cien años, nos demuestra que las filosofías derivadas del materialismo han fracasado y han llevado al hombre a ser devorador del hombre y de su entorno. Y es por esta búsqueda armónica entre la mente y el corazón, que la vieja herencia del Quijote y el amor a la tierra del Inca serán portadoras de la llama que alguna vez Prometeo se atrevió a robar del Olimpo.
Aunque suene exagerado, Malvinas es una pieza clave en este proceso histórico. Creo a mi entender, que son dos los hechos históricos que marcan el destino de nuestro pueblo. El último y más cercano en el tiempo, es la existencia de un Papa argentino, hecho de trascendencia universal, fundamental para resaltar que nuestra cultura y educación dio para ubicar a un compatriota en semejante esfera de poder. Y el segundo, como adelanté, es la existencia de la batalla de Malvinas. Y esto no puedo explicarlo yo con mis palabras solamente. Es más que necesario el allegarse a un veterano de guerra para comprender lo que digo. El Veterano de Malvinas carga consigo con los valores permanentes que defendió con la vida y con los que juró honrar a sus camaradas caídos. Es un recordatorio permanente del valor moral, del honor.
Un amigo veterano, en una charla de café, ante mi insistencia con la deuda que el pueblo tiene para con quienes lucharon, me respondió muy sencillamente que tal deuda no existe, que hicieron lo suyo y están para seguir haciéndolo. Si quien sangró considera que su tarea aún no acabó…a mi que me queda? Hablando mal y pronto y, muy en criollo, me re cagó. Hasta el último suspiro tengo que luchar con alma y vida. Y es así amigos. La Nación Argentina, después de la Guerra de Malvinas, ya no puede decir que tan sólo tiene con qué para poder ser un gran país; después de Malvinas, Argentina DEBE SER un gran país. No tiene opción, no tiene vuelta atrás. Mirándolo incluso desde el lado negativo, no hay ya más nada por perder. Quienes se codean con el enemigo, habiendo nacido incluso aquí (lo que comúnmente llamamos traidor o cipayo), ya se han vendido por tierras cuando la lucha era por la soberanía en la era de la organización nacional; se han vendido por negocios cuando lo imperioso era alcanzar la justicia social y la independencia económica; y después de Malvinas, habiendo demostrado los argentinos que bajo las pampas sólo corren los gauchos, no han perdido tiempo en regalar los baluartes que justifican la existencia de una Nación, que son sus valores permanentes. Este último, es el peor ultraje. Es equivalente a desconectar el respirador de una persona enferma. Si hasta ahí necesitábamos un milagro, después de eso necesitamos mucho más. No tenemos más nada que esperar. No hay nada más que se nos pueda regalar.
Ha llegado por fin el tiempo en que le toca al Pueblo tomar la acción. Y no nos queda otra. Es ya cuestión de supervivencia. Y suerte que tuvimos Malvinas. Con todo el respeto y admiración que se merecen quienes cayeron y quienes tienen familiares caídos. No celebro una guerra. Pero la Historia tiene estos juegos. Los Héroes nos han dado esta arma, poderosísima. Tan sólo basta con mirar el trabajo que hoy realiza el Veterano, recorriendo colegios, apostando a la juventud, al futuro. Mirando, como un Quijote, hacia la eternidad. La verdadera trama de Malvinas está en ese tesón. Esa formidable resistencia nos dará la victoria. Tardará más o menos, la veré o no, pero por nada del mundo dejaré de creer en ella. La Argentina y toda la América de San Martín lo verán y serán eso que el Hombre necesita. Y de esa tarea no podemos escapar. No será nuestra resquebrajada democracia moderna, materialista, la que lo logre. Será la democracia que el pueblo opere la que nos encause. No será el imperio de la ley. Serán las leyes que el pueblo impere las que legislen una justicia popular, una independencia legítima y definitiva, una soberanía sincera y una autenticidad cultural innegociable, pero solidaria. Porque serán esas ansias y justicias de libertad las que construyan un nuevo mañana, con el que soñaron nuestros héroes; ansias que causaron temor en los poderosos y esperanza en los desahuciados. Porque serán los valores morales que hicieron de esta tierra una Potencia Cultural, los que logren el milagro y pongan a la Patria en un estado de juventud maravilloso y esplendoroso, digno del sacrificio de tantas generaciones de argentinos que así lo soñaron.
A estas horas de la madrugada, ya me siento soñando despierto. Si todos lo hiciéramos, verían qué esto es fácil. No bajemos los brazos. Hay 649 faros a los que seguir mirando. Las batallas, aún las estamos librando. Que el enemigo inglés; qué digo inglés: mis respetos a cualquier pueblo de la tierra; que el enemigo mercenario del vil metal, no piense que esto le será fácil. Han vencido en la fuerza, materia en la que llevan la ventaja tras centurias de desarrollo; pero no han quebrado aún nuestros espíritus. No se gana una guerra sin quebrar la voluntad de vencer del enemigo. Es un honor, saber que aún hay tropas de élite encarando este combate. A darles batallas mis bravos compatriotas! Se desbarrancarán los Andes y se secará el Atlántico antes que se rinda el último argentino bien nacido de una matrona gaucha. VIVA LA PATRIA CARAJO!!!
MALVINAS: ES LA VOLUNTAD DE UNA NACION.
Jorge Guillermo Ochoa, 27 años, docente."
Re: Hace treinta y dos años...
Es una luz de esperanza que haya pendejos como éste.
Esta tierra todavía puede dar frutos buenos... sólo falta desmalezarla.
Un abrazo.
Daniel.
Esta tierra todavía puede dar frutos buenos... sólo falta desmalezarla.
Un abrazo.
Daniel.
- jgcastells
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- Registrado: 02 Sep 2009, 14:03
- Ubicación: En la ciudad de la furia...
Re: Hace treinta y dos años...
Perdón por el retraso, estuve muy ocupado y recién leo esto. No soy muy bueno expresando sentimientos y menos por escrito. El texto de Jorgito Ochoa es excelente, es increíble que una persona tan joven pueda escribir algo así. Nunca había ido a esta vigilia y la verdad se los recomiendo, no me arrepiento para nada de haber ido. Ni bien llegué me llamó la atención que TODO el pueblo estaba allí, se sentía un sentimiento 100 % patriótico en el aire. Repito, fue excelente. Me emocioné mucho durante el desfile de los veteranos y sus familiares como así también cuando todos entonamos en Himno Nacional. Fue una pequeña y merecida devolución de afecto y respeto para aquellos que dieron todo por nuestra Patria.
Gracias a mis compañeros de ruta, Huey y Jorgito por haberme invitado.
Slds. a todos.
Gracias a mis compañeros de ruta, Huey y Jorgito por haberme invitado.
Slds. a todos.
Re: Hace treinta y dos años...
Gracias por lo que dicen del texto. Realmente antes de hacerme cargo 100% de él, de lo que expreso y de lo que digo, quiero decir que son el resultado de mi educación. Yo suelo llamarle una educación espartana, quienes conocen a mi viejo en estos pagos saben porque lo digo. Y yo me quedo con las palabras de ese amigo combatiente, que es Esteban Tries: no hay nada para devolverles! hay que seguir su lucha. La peor deshonra para un veterano de guerra no es perder, sino no tener una Patria a la cual legarle el sacrificio; yo creo que todavía hay Patria pero, muchas pilas, porque no se cuanto quede de ella! Suelo discutir con mi viejo y mucha gente sobre la chance de dar vuelta la historia, no se cuantas chances habrá, pero frente a mi varias veces a la semana tengo jovenes, así que les tengo que decir que este país será grande. Todavia no me resigno a no ver una nueva version de nuestro Torino, por que no verdad?? Un abrazo grande gente!! el año que viene tendriamos que ir en caravana con los toros! Se respira Patria ahi!
- Gladiator291
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Re: Hace treinta y dos años...
Muy bueno Jorgito!!!

Es una buena idea.JorgitoGR`78 escribió: el año que viene tendriamos que ir en caravana con los toros!

- Interceptor
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Re: Hace treinta y dos años...
Realmente muy bueno, aunque descreo de esa frase de Churchill, no creo que le diera tanta importancia a la Argentina. Me imagino que estaría más preocupado del poder que estaba acumulando la Unión Soviética. De todas formas, me parece que a los argentinos nos ha hecho mal esa leyenda de que el país no progresa porque a las grandes potencias no les conviene. O sea que Carlitos I de Anillaco era como James Bond, un agente al servicio de su Majestad, o por ejemplo la Reina de Tolosa viene a ser una suerte de infiltrada británica. Los gobiernos populistas que hemos padecido son los responsables de que el país sea el único del mundo que ha involucionado del Primer Mundo al Tercero (bueno, podemos añadirle a Venezuela, otro aliado estratégico de la Reina). Cuando alguien expresa deseos de ver de nuevo en producción al Torino o volver a Nurburgring, yo siempre digo que esos trenes han pasado hace rato. Y amplío la imagen, o el país se tira por delante del tren antes de que pare en la estación o se tira por detrás cuando ya ha salido. En 1945 Argentina tenía peso específico en el orden mundial. Hace rato que lo perdió. Están la India, China, hasta nuestros queridos vecinos brasileños, a los que hace 50 años mirábamos por encima del hombro y ya nos han dejado atrás. Sin ir más lejos en el tiempo, hace unos tres años aproximadamente la Reina aprovechaba cualquier discurso para darle palos a Europa y USA a cuenta de la crisis, y se jactaba de que el país estaba libre de esa plaga, me imagino que en gran medida debido a su inteligente y magnífica gestión. Ahora ellos están saliendo de la crisis, y la Argentina vuelve a tocar las puertas del FMI y del Club de París. En definitiva, no hay nada nuevo......
Hay tipos que sacan pecho y dicen "yo soy torinero de corazón". Yo no. El corazón un día deja de latir y muere. Yo soy torinero de alma, porque ésta es eterna.
Re: Hace treinta y dos años...
Interceptor, la frase de Churchill es cierta, fue efectuada en la cumbre de Yalta luego de vencer a Alemania, cuando los aliados se plantearon que hacer con el mundo y cómo hacer para que las disputas se resolvieran entre dos propuestas y no tres...por eso la preocupación por Argentina y la región, con capacidad sobrante para cambiar el eje, fundamentalmente en aquel momento, que inclusive Argentina, tras de sí América latina y tras de ese bloque todo un cúmulo de naciones del mal llamado tercer mundo se inclinaban tras esta tercera propuesta. El mal llamado populismo no es otra cosa que una carencia de respuesta de nuestras culturas frente a un mundo cuyas formas de ordenarse no le son cómodas. Nuestros países no se han adaptado a la forma de vida capitalista ni lo harán y no han sabido desarrollar un modo propio de gobernarse; salen cada tanto caudillos que, o la joden del todo o dejan algo para ver en el futuro. La culpa, desde ya, no es de las potencias, es nuestra y creo dejarlo claro en mi texto. Los traidores, son nuestros. Y no pensemos que las potencias sean carmelitas, tienen intereses que no son los nuestros, son suyos y está bien que así sea. Eso sí es lo que nunca cambió, desde el Imperio Persa hasta hoy, toda forma de dominio de un espacio conlleva esos intereses, por eso el mundo esta hecho bosta.
No creo que sea todo más de lo mismo. Es estamos acostumbrados a leer la política y la historia desde la cáscara y no desde el jugo. El jugo es la persona, es la gente, son los pueblos. Por eso la importancia de Malvinas es trascendente, porque son sus combatientes lo importante, no Galtieri. El día que la política se haga al reves, desde el jugo y no desde la cáscara entonces ahí la diferencia va a ser bien clara
No creo que sea todo más de lo mismo. Es estamos acostumbrados a leer la política y la historia desde la cáscara y no desde el jugo. El jugo es la persona, es la gente, son los pueblos. Por eso la importancia de Malvinas es trascendente, porque son sus combatientes lo importante, no Galtieri. El día que la política se haga al reves, desde el jugo y no desde la cáscara entonces ahí la diferencia va a ser bien clara
Re: Hace treinta y dos años...
Lo de Yalta es tal cual. Tengo copias en libros del acta de la reunión publicadas treinta años después por el Foreign Office, que así lo demuestran. Nosotros nunca fuimos neutrales: elegimos un bando poniendo cara de boludos y negándolo en público; Brasil fue más explícito, y combatió en el otro. Como siempre, elegimos mal, pero no lo asumimos y ahora lloramos por las consecuencias. Sólo en Argentina tiene más valor el eufemismo que el verdadero nombre de una cosa. En ese aspecto, tanto el bloque soviético como el occidente judeocristiano capitalista, llama a eso hipocresía. Las medias tintas en la política internacional siempre trajeron problemas. Y nuestra sociedad es una sociedad de medias tintas: acá no se forman bandas de delincuentes, sino asociaciones ilícitas; no se dicta cátedra, sino que se facilita la construcción del aprendizaje. No hay coima, sino cohecho. No hay pérdida de dinero en las empresas, sino rentabilidad negativa. No hay aumento feroz de precios, sino reacomodamiento. No hay ajuste de tarifas, sino adecuación de valores de los servicios. No hay sueldos obscenos de los legisladores, sino dietas y gastos de representación. La prisión perpetua dura cinco minutos... y un millón de etcéteras.
Seguramente Jorgito nos podrá desasnar de los entretelones del despelote interno de la revolución del '43 cuando lo bajaron a Ramírez y lo subieron a Farrell por haber salido a la luz el pedido compra de un importante lote de armamento alemán al gobierno de Hitler...
Creo en lo personal que Churchill era la voz cantante de la opinión de todo el gobierno inglés en ese aspecto, ya que caído éste en desgracia, en el gobierno inglés que lo sucedió, esa opinión respecto de nosotros siguió (y sigue) en vigencia. No creo que fuera tanto el miedo a nuestra capacidad como el revanchismo por haberles jugado en contra.
Y es cierto lo que dice Interceptor: El tren de los '60 ya pasó, y hay que subirse al próximo o seguir a pata... No hay resignación de soberanía intentando ser competitivos en la actualidad, o tratando de mejorar trabajando, o definiendo de una vez por todas y entre todos qué queremos ser; creo que ya deberíamos decirles basta a todos los iluminados que nos explican qué es lo correcto y qué no lo es (desde las relaciones carnales con USA al alineamiento con Chávez y su murga). Es hora de dejar de joder con consignas de barricada y ponernos a laburar todos en serio, reconocer los errores, honrar a nuestros verdaderos héroes (los que pusieron el cuero en las islas), y defenestrar a los charlatanes.
Saludos.
Daniel.
Seguramente Jorgito nos podrá desasnar de los entretelones del despelote interno de la revolución del '43 cuando lo bajaron a Ramírez y lo subieron a Farrell por haber salido a la luz el pedido compra de un importante lote de armamento alemán al gobierno de Hitler...
Creo en lo personal que Churchill era la voz cantante de la opinión de todo el gobierno inglés en ese aspecto, ya que caído éste en desgracia, en el gobierno inglés que lo sucedió, esa opinión respecto de nosotros siguió (y sigue) en vigencia. No creo que fuera tanto el miedo a nuestra capacidad como el revanchismo por haberles jugado en contra.
Y es cierto lo que dice Interceptor: El tren de los '60 ya pasó, y hay que subirse al próximo o seguir a pata... No hay resignación de soberanía intentando ser competitivos en la actualidad, o tratando de mejorar trabajando, o definiendo de una vez por todas y entre todos qué queremos ser; creo que ya deberíamos decirles basta a todos los iluminados que nos explican qué es lo correcto y qué no lo es (desde las relaciones carnales con USA al alineamiento con Chávez y su murga). Es hora de dejar de joder con consignas de barricada y ponernos a laburar todos en serio, reconocer los errores, honrar a nuestros verdaderos héroes (los que pusieron el cuero en las islas), y defenestrar a los charlatanes.
Saludos.
Daniel.
Re: Hace treinta y dos años...
Desconozco exactamente lo que ocurrió con Ramírez y Farrell. Francamente es inenseñable. Lo único importante del GOU es la neutralidad en la guerra y la llegada de Perón. Desde mi postura, disiento que Argentina se equivocara con su elección de bando y de hecho, lo que hicimos con los alemanes lo terminó haciendo también USA y URSS (basta con ver el pulqui y el mig 51 y los casos de los cohetes basados en el V2); es una línea histórica de éste país esa desde la Independencia (basta ver la Vuelta de Obligado); lo que pasa es que hay que tener una generación política que se haga cargo de semejantes decisiones. Basta ver también el desarrollo histórico de los USA. La no intervención en asuntos externos fue una constante hasta casi el final de la Primera Guerra Mundial. Nosotros nos tenemos que poner a laburar y ponernos de acuerdo de que queremos, borrar de cuajo a los delincuentes y aprender a sostener los fundamentos morales de éste país; que son PROPIOS, no hay que copiarle nada a nadie. Cuando lo hagamos las crisis cíclicas que tenemos van a desaparecer. Argentina tiene que asumir el rol que debe desempeñar, es una fábrica de alimentos para el mundo y una usina capaz de lograr su autarquía energética (no hablo de proteccionismo, eso en un mundo globalizado no existe más). Además, tiene que dejar de dar vueltas la unión americana. Brasil tiene que ser el promotor industrial de la región y Argentina el alimento y el sostén moral. Cuando Juan Pablo II, en los 90 señala a América como el continente de la esperanza, es porque la historia americana es una síntesis de todas las eras del hombre más que en cualquier otra parte del mundo. Hay una arista en el debate que no se debe descuidar. No es joda que el comunismo y el capitalismo como FORMAS DE VIDA han fracasado. Ambas se basan en que cuerno hace el hombre con el billete y no pasa por ahí la trama de la vida. No es por nada que el stress en la próxima década va a ser la segunda causa de muerte (datos de la OMS, no invento). Cómo se explica sino que lugares como los países nórdicos y Japón tengan las mayores tasas de suicidio del mundo? En fin. A lo que voy, creo que no hay ningún modelo que copiar, sí que aprender, que hay que tener un proyecto de nación serio, pero superador, no imitar nada. No creo que haya ejemplos 100% válidos para nosotros y creo que la clave está en pensar en el fortalecimiento de la comunidad nacional y su aporte a la ética y la práxis política y lograr de una buena vez y de manera revolucionaria la unidad americana. Sino, como bien dijo Simón Bolívar, nunca seremos felices.
- Interceptor
- Torino ZX
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Re: Hace treinta y dos años...
Gracias Jorgito por tus explicaciones, el otro día estaba viendo en Canal Historia un documental donde habla del desembarco de submarinos alemanes en las costas argentinas y la supuesta entrada de miles de lingotes de oro nazi. Y ahi hago relación con la leyenda (o no) de los pasillos del Banco Central con lingotes de oro....hay muchas cosas que desconocemos de la historia.
Hay tipos que sacan pecho y dicen "yo soy torinero de corazón". Yo no. El corazón un día deja de latir y muere. Yo soy torinero de alma, porque ésta es eterna.
Re: Hace treinta y dos años...
Estoy leyendo un libro sobre la historia de nuestra costa atlántica. Oficialmente hubo DOS (2) submarinos alemanes que se rindieron en Argentina: el U-530, que entró al puerto de Mar del Plata el 10 de Julio de 1945, y el U-977 (de la última generación de U-Boote), que lo hizo en alta mar el 17 de agosto de 1945 ante los Rastreadores A.R.A. "Py" y "Seguí", y el submarino A.R.A. "Salta". Pero no hay mucho más que eso. El resto no ha sido comprobado. Saludos.Interceptor escribió:Gracias Jorgito por tus explicaciones, el otro día estaba viendo en Canal Historia un documental donde habla del desembarco de submarinos alemanes en las costas argentinas y la supuesta entrada de miles de lingotes de oro nazi. Y ahi hago relación con la leyenda (o no) de los pasillos del Banco Central con lingotes de oro....hay muchas cosas que desconocemos de la historia.