






Allá nos esperaba "El Inmortal", el Grand Routier de mi hijo. Por primera vez, ambos Torino de la familia se habían reunido en la costa. Un viejo sueño de Jorgito y mío se venía para el lunes: viajar juntos con los "toros" por la ruta.
Les maticé la ilustración no solo con fotos de los autos, sino también con algunas de los asados en la cruz que suelo hacer, como para que "sufran".

