Iba a armar el frente de distribución, pero...
Publicado: 11 Mar 2013, 11:49
Hola a todos.
El fin de semana pasado tenía pensado colocar la tapa de distribución de la nave, pero cuando el viernes a la tarde salí del laburo y fui a subir a la chata. Pensando en lo bien que me iba a sentir cuando terminara el trabajo de armado, me encontré con esto:


La puerta no se abría, porque se había calzado contra el marco, de modo que tuve que subir por la puerta del acompañante. Vivo en un pueblo donde nadie se tura un gas sin que alguien lo esté viendo y lo desparrame por todos lados… Pues bien, a pesar de que la chata estaba estacionada en frente de la estación de servicio, donde siempre hay una legión de alpedistas profesionales mateando y arreglando el mundo, además de los soretecientos adolescentes que pululan por la vereda de la escuela técnica (yo trabajo ahí), y que la hostia se la dieron entre las 15:20 y las 18:15, nadie vio, escucho o sospechó nada.
La chata es una Chevrolet de 1965, y tiene la chapa muy gruesa. El bollo es producto de la típica boludez del que da marcha atrás sin mirar, y se entera de que había algo al escuchar el ruido. El boludo, al avivarse, se las tomó sin dejar rastro. Aclaro que yo cometí esa pelotudez varias veces, pero siempre busqué al dueño del vehículo abollado y le pegunté cuánto debía. Sólo una vez uno me pasó la factura; los demás me dijeron que no me hiciera problema. Eso es justamente lo que yo pensaba hacer si el tipo venía a decirme y me preguntaba cuánto me debía.
Conclusión: sábado a la mañana desarmando (fue una lucha destrabar la puerta sin romper nada); sábado a la tarde fabricando las herramientas para desabollar; domingo a la mañana desabollando y planchando; domingo a la tarde armando. Quedó así:


Sólo dos cosas me amargaron:
Una, que ya en un pueblo de 2000 personas, haya gente con estas actitudes.
Otra, ¡Que no pude armar el frente de distribución!
Será el próximo fin de semana… paciencia.
Saludos a todos.
Daniel.
El fin de semana pasado tenía pensado colocar la tapa de distribución de la nave, pero cuando el viernes a la tarde salí del laburo y fui a subir a la chata. Pensando en lo bien que me iba a sentir cuando terminara el trabajo de armado, me encontré con esto:


La puerta no se abría, porque se había calzado contra el marco, de modo que tuve que subir por la puerta del acompañante. Vivo en un pueblo donde nadie se tura un gas sin que alguien lo esté viendo y lo desparrame por todos lados… Pues bien, a pesar de que la chata estaba estacionada en frente de la estación de servicio, donde siempre hay una legión de alpedistas profesionales mateando y arreglando el mundo, además de los soretecientos adolescentes que pululan por la vereda de la escuela técnica (yo trabajo ahí), y que la hostia se la dieron entre las 15:20 y las 18:15, nadie vio, escucho o sospechó nada.
La chata es una Chevrolet de 1965, y tiene la chapa muy gruesa. El bollo es producto de la típica boludez del que da marcha atrás sin mirar, y se entera de que había algo al escuchar el ruido. El boludo, al avivarse, se las tomó sin dejar rastro. Aclaro que yo cometí esa pelotudez varias veces, pero siempre busqué al dueño del vehículo abollado y le pegunté cuánto debía. Sólo una vez uno me pasó la factura; los demás me dijeron que no me hiciera problema. Eso es justamente lo que yo pensaba hacer si el tipo venía a decirme y me preguntaba cuánto me debía.
Conclusión: sábado a la mañana desarmando (fue una lucha destrabar la puerta sin romper nada); sábado a la tarde fabricando las herramientas para desabollar; domingo a la mañana desabollando y planchando; domingo a la tarde armando. Quedó así:


Sólo dos cosas me amargaron:
Una, que ya en un pueblo de 2000 personas, haya gente con estas actitudes.
Otra, ¡Que no pude armar el frente de distribución!
Será el próximo fin de semana… paciencia.
Saludos a todos.
Daniel.