2 de Abril 1982-2 de Abril 2012

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HDLGC

El hundimiento del destructor H M S "Coventry"

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En Río Gallegos, los pilotos de dos escuadrillas de A4-B Skyhawk terminaban de completar sus cálculos de tiempo, alturas y rumbos para la próxima misión ordenada por el comando, y los hombres de reemplazo ya habían efectuado las inspecciones y controles de los aviones.

En poco minutos más debería despegar la escuadrilla "VULCANO", integrada por el Capitán Marcos R. Carballo, el Teniente Rinke y el Alférez Carmona.

Un minuto después debería hacerlo la escuadrilla "ZEUS", formada por el Primer Teniente Mariano A. Velazco, el Teniente Ossés y el Alférez Barrionuevo.

Ambas escuadrillas tenían la misión de atacar dos buques ingleses que se encontraban a unos 20 km al norte de la isla Borbón. La posición de las naves permitía que el vuelo se realizara esta vez sin necesidad de que los Skyhwak se reabastecieran de combustible.

Habían elegido 2 rutas de penetración ligeramante distintas. La escuadrilla Vulcano lo haría por bahía Nueve de Julio -Isla Rosa - Objetivo. La escuadrilla Zeus por la isla del Pasaje- Isla Borbón - Objetivo.

Por fallas técnicas de último momento sólo pudieron participar 4 aviones, 2 de cada escuadrilla.

Como estaba previsto y después de las acostumbradas fases del vuelo, una primera a gran altura y la segunda de penetración sobre las islas en vuelo muy bajo, la escuadrilla Vulcano llegó a la posición indicada y avistó los 2 buques británicos. Iban navegando hacia el NE, uno detrás del otro, y se trataba de un destructor tipo 42 y una fragata tipo 22.

La nave mayor precedía a la otra y su identificación no arrojaba dudas algunas. El cañón de 4.5 pulgadas a proa, perfectamente diferenciado y separado del resto de la superestructura, más atrás, el lanzador doble de misiles Sea Dart, la gran pantalla de radar, un mástil más delgado adelante y una torre oscura detrás.

Cuando el jefe de la escuadrilla Zeus pasaba con su numeral dos sobre la isla Borbón, oyó en sus auriculares la voz preventiva del guía de la escuadrilla anterior, quien comunicaba la entrada al blanco al avión que lo acompañaba, había resuelto atacar al segundo buque, la fragata tipo 22 que a la postre sería la HMS "Broadsword", a la que sorprendieron por completo y pudieron lanzarle sus bombas sin recibir fuego antiaéreo.

La nave se detuvo en el acto, y dos delgadas columnas de humo empezaron a elevarse, casi verticales hacia el cielo. Algunas de las bombas habían dado en el blanco.

El destructor inició precipitadamente un viraje hacia la derecha, invirtiendo su rumbo para volver en busca de la fragata, a la que seguramente intentaría tapar y defender.

Estaba terminando el gran círculo de giro y se hallaba cerca de la nave menor cuando apareció la escuadrilla Zeus.

El jefe de la escuadrilla avistó el destructor en posición de flanco y se preparó para atacarlo. En ese instante, con la rapidez de una lancha, el destructor modificó una vez más su rumbo y cayó a babor como para enfrentar a los aviones.

El primer Skyhawk estaba a unos 10 km todavía, entrando en la trayectoria final del ataque.

El buque se encontraba en una posición de unos treinta grados con respecto al avión cuando se iluminó fugazmente el sector de proa y se formó una nube de humo, acababa de disparar un Sea Dart. El misil salió del buque rasante al mar, en dirección a los aviones y ascendiendo paulatinamente.

Los pilotos lo vieron con toda claridad. El jefe de escuadrilla y su numeral viraron bruscamente en unos 20 grados y se pegaron más al agua. Con la vista fija en el misil, conteniendo la respiración y atento para ejecutar instantáneamente una maniobra evasiva, siguieron la trayectoria que iba describiendo el Sea Dart.

El misil descontaba distancia en alcance con respecto a los aviones, formaba un ángulo que se abría cada vez más y era evidente que, de no modificar a último momento, pasaría por un costado y lejos de los Skyhawk.

Superado el peligro, los 2 pilotos pudieron concretar en la corrida final del ataque. El misil pasó efectivamente por un costado y comenzó a vivorear como si hubiera astado perdiendo energía.

Mientras tanto el destructor, mostrando otra vez su agilidad de maniobrar, empezaba a virar a estribor para ponerse nuevamente de flanco a los aviones. Pero no tuvo tiempo de completar el giro.

El primer A-4B Skyhawk se acercaba velozmente y cuando alcanzó la distancia exacta de tiro, apretó el disparador y soltó sus 3 bombas. El segundo avión lo seguía a unos 200 metros y vio perfectamente los 3 impactos.

Las bombas habían tomado al buque en un ángulo de 45 grados, entrado por el costado izquierdo, a unos 2 o 3 metros de la línea de flotación y en el tercio de proa, a la altura del radomo.

Fueron 3 relámpagos 3 fogonazos instantáneos, con muy poca separación, y que desprendieron una espesa nube de humo.

No eran las explosiones de las bombas, al chocar estas contra la banda del buque había actuado el mecanismo de los indicadores de espoleta produciendo los 3 intensos chispazos y el humo que había visto el número dos. A partir de ese instante empezaban a correr los segundos de retardo de las espoletas y, a su término, habrían de explotar las verdaderas cargas de las bombas, que producirían daños irreparables al destructor.

El primer avión había pasado ya por arriba de la nave, rozando casi sus mástiles para volver a descender en seguida hasta ponerse a ras del agua, cuando el número dos llegó a la distancia exacta de puntería. Había apuntado al mismo lugar donde viera los 3 impactos anteriores, apretó el disparador y acomodó su avión para pasar después por la derecha de la columna de humo.

Pero sus bombas no salieron. Alguna falla del sistema de lanzamiento impidió el desenganche y las bombas quedaron colgadas en sus estaciones.

Saltó el buque y se pegó al agua, buscando a su guía para seguirlo. Los 2 aviones continuaron el escape a máxima velocidad hacia el noroeste. Luego, con un suave viraje tomaron el rumbo de 270 grados que los llevaría al continente.

Todo había ocurrido en poco más de un minuto, y los 2 aviones de la escuadrilla Vulcano alcanzaron a ver el ataque y el humo de los impactos. También pudieron ver los piques en el agua de la artillería antiaérea de las naves. Habían abierto fuego contra los 2 últimos aviones cuando escapaban, pero los proyectiles cayeron durante un largo trecho detrás de los atacantes. Los 4 aviones regresaron sin problemas a Río Gallegos.

Las noticias no tardaron en llegar a la base. Efectivos de nuestras fuerza de superficie estaban observando el cuadro desde las costas de la Isla Borbón. Unas de las naves, escorada y ardiendo, comenzaba a hundirse. La otra, que había estado participando a su lado en el intento de apagar el fuego, se había separado y recibía a bordo parte de los hombres de la primera. Cuatros aviones Harrier volaban en círculo para dar seguridad en caso de nuevos ataques. Y varios helicópteros, que habían salido de San Carlos, recogían del mar a los miembros de la dotación del buque en llamas.

http://www.youtube.com/watch?v=a78uFuBF ... ure=relmfu

http://www.youtube.com/watch?v=qG1gc9R9aZ4

http://es.wikipedia.org/wiki/HMS_Coventry_(D118)

HDLGC

Teniente Ernesto ESPINOZA. (Top Malo House)

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30 años de Malvinas:una tumba de guerra para el héroe de Top Malo House

En un puesto ovejero de la isla Soledad yacen los restos carbonizados del teniente Ernesto Espinosa,el único argentino que aún no tiene una tumba pese a saberse el lugar en donde cayó

A 30 años de la Guerra de Malvinas, Top Malo House, un puesto ovejero de la isla Soledad y escenario de un poco conocido combate argentino-británico, es sólo un puñado de ruinas. Pero según varios testimonios, allí yacen los restos carbonizados del teniente Ernesto Espinosa, el único argentino que aún no tiene una tumba de guerra pese a saberse el lugar en donde fue abatido, lo que infringe el Convenio de Ginebra de 1949 al que adhirieron ambos países y que en su artículo 17 dice que "las partes en conflicto velarán porque se entierre a los muertos honrosamente".

Espinosa, que tenía 25 años, estaba casado y era padre de dos pequeñas niñas al momento de la guerra, integraba la primera sección de la Compañía de Comandos 602, que con un agregado del 601 tenía la misión de adentrarse 40 kilómetros delante de la primera línea nacional para informar sobre las actividades británicas tras el desembarco en San Carlos. Recién llegados a Malvinas y con data imprecisa sobre la ubicación del enemigo, el capitán José Vercesi y sus doce hombres partieron de Puerto Argentino la gélida mañana del 29 de mayo de 1982 a bordo de dos helicópteros que volaron a ras del piso para evitar radares y posibles ataques. Así llegaron al pie de Monte Simons, sin saber que a escasa distancia había un campamento británico. Según lo acordado, el rescate sería al tercer día. El ascenso les llevó toda la jornada, pero desde la cima lograron divisar un corredor aéreo de helicópteros enemigos que transportaban cañones y bultos, movimientos que lograron transmitir hasta que los marines les bloquearon las comunicaciones.

La mañana del 30, tras una noche nevada, el grupo de élite emprendió la vuelta sobre la dificultosa turba rumbo a Fitz Roy, que si bien estaba a 25 kilómetros en sentido sur a la capital isleña, era donde se encontraba la sección argentina más próxima. Con sus hombres mojados hasta la cintura tras haber cruzado el arroyo Malo y previendo otra noche helada, Vercesi tomó la riesgosa decisión de hacer un alto en el puesto ovejero, un galpón de madera y chapas que tenía dos plantas. "Admito que fue un error guarecernos allí, pero había condicionamientos: era eso o arriesgarme a perder la mitad de mi gente, que tenía principio de congelamiento en los pies", recuerda hoy el ex jefe del comando.

El 31, físicamente repuestos y con la ropa seca, despertaron muy temprano y empezaron a prepararse para seguir viaje. A las ocho escucharon un helicóptero. Como era el tercer día de la misión, pensaron que podía ser el rescatista, aunque a causa de la bruma ni los visores nocturnos resultaron útiles. El ruido cesó, no la incertidumbre, por lo que apuraron todo para dejar el galpón. En ese momento, Espinosa, que desde un ventanal del primer piso recorría el paisaje con la mira telescópica de su fusil, advirtió: "¡Me parece que viene gente avanzando!". En efecto, eran marines del Cuadro de Guerra para Montaña y el Artico al mando del capitán Rod Boswell, camuflados con uniformes que se confundían con la turba. Siete hombres se apostaron frente al puesto, a 60 metros, mientras otros 12 rodeaban el lugar, resguardados por una elevación más alejada. Ante el alerta de Espinosa, el sargento Miguel Castillo se sumó al avistaje. También vio bultos que se movían sin poder precisar si eran personas u ovejas. Hasta que la claridad despejó toda duda. Ambos dieron rápido aviso a quienes estaban abajo para que salieran del puesto, y Castillo instó a Espinosa a hacer lo mismo, pero el tirador especial de la fracción le contestó: "¡No, yo me quedo! Acá tengo más campo de tiro", y de inmediato abrió fuego. La respuesta con un proyectil antitanque hizo estremecer la estructura y los marines siguieron el avance disparando con lanzacohetes y fusiles lanzagranadas. Los argentinos sólo disponían de fusiles FAL y granadas de mano.

Una granada mató a Espinosa al instante, pero su acto de entrega les dio tiempo a sus compañeros para dejar el galpón antes de que se incendiara y para correr hasta la orilla del arroyo, donde se apostaron para luchar. Los más rezagados lograron saltar entre el fuego, por una ventana y un tragaluz a cinco metros de altura. "Nosotros salimos combatiendo y eso sorprendió a los británicos porque pensaban que nos íbamos a rendir desde adentro", explica Vercesi. Boswell lo confirma: "Los argentinos no debían haber permanecido dentro de la granja, pero suplieron esa falta de profesionalidad con valor. Todos los que pudieron salieron de la casa y lucharon hasta que no pudieron más", reconoció el capitán británico en un documental de la BBC dedicado a Top Malo.

La resistencia duró media hora, lapso en el que también murió el sargento Mateo Sbert y fueron heridos otros seis comandos. Entre ellos, el teniente Horacio Losito, hoy condenado por violaciones de los DD.HH. en los años 70. Vicisitudes de la historia argentina reciente. Los británicos sólo reconocieron tres heridos, aunque algunos comandos sostienen que el bando enemigo también tuvo muertos. En su libro Comandos en Acción , el historiador Isidoro Ruiz Moreno detalla que algunos marines "lloraban en torno a un cadáver". Como sea, finalizado el combate, Vercesi pidió buscar a Espinosa entre el galpón derrumbado, pero Boswell le dijo que era en vano.

En febrero de 2011, el hoy teniente coronel (R) Vercesi y la periodista Marisa Bisceglia, firmante de este artículo, presentaron al gobernador isleño Nigel Haywood una nota donde pedían por los restos de Espinosa, invocando el Convenio de Ginebra. Lo mismo hicieron en Buenos Aires, ante la Cancillería y el Ministerio de Defensa. ¿Pero por qué pasó tanto tiempo para que un argentino reclamara por Espinosa? El hoy general (R) Sergio Fernández, que también combatió en Malvinas y hoy es un estudioso de Top Malo, explica: "De ambos lados puede haber existido un desconocimiento del problema. Fue la primera vez que se planteó la existencia de un muerto nuestro que no fue hallado, por la sencilla razón de que se carbonizó junto con la casa. Pero se haya volatilizado o haya sido enterrado por los dueños del terreno, el lugar mismo es una tumba de guerra".

Según pudo averiguar Enfoques, aquí el pedido no avanzó porque la viuda de Espinosa, Graciela, no se encargó de impulsar el reclamo (como tampoco respondió los llamados de este medio). Por su parte, la respuesta isleña, recibida el mes pasado, dice que "todos los restos humanos (argentinos) fueron retirados y sepultados en el cementerio de Darwin" y que "no hay registro de que éste no fuera el caso" de Espinosa. También afirma que la legislación local "no contiene ninguna disposición que permita designar a la Casa Top Malo como sitio protegido, ni a través de una ley de protección de las islas Falkland ni por aplicación de legislación británica", y acota que en el libro The Falkland´s War, Then and Now , su autor, Gordon Ramsey, comenta que, "según se cree", Espinosa "está sepultado en Darwin como ?soldado sólo conocido por Dios'". Llamativamente, la contestación nada dice sobre el convenio de Ginebra aludido en la nota.

El historiador británico Nicholas Tozer, que en 1999 ya había reclamado al Foreing Office por Espinosa, califica a la contestación como "altamente tramposa" porque "nadie jamás proveyó evidencia para justificar la idea de que los restos del teniente hubieran sido llevados a Darwin. Si esta información nunca fue hecha pública es porque no sucedió así. Y salvo que alguien pueda demostrar -lo cual es distinto a decir, que es lo que hace Ramsey- que las cenizas de Espinosa fueron trasladadas a Darwin, se debe asumir que aún siguen en Top Malo, y que más allá del paso del tiempo y lo puramente simbólico del gesto, Espinosa merece una sepultura"..

Para LA NACION Sergio Nuñez-Marisa Bisceglia

HDLGC

Teniente Owen CRIPPA: bautismo de fuego de la F.A.A.

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Esta incursión, bautismo de fuego para la Fuerza Aérea nacional, es reconocida por el mundo entero como una verdadera hazaña por la implicancia que tuvo dicha acción, ya que permitió contar con detalles hasta el momento desconocidos de la flota inglesa. Destacada además por tratarse de un Macchi MB339A enfrentándose a una fragata: la “Argonaut”.

(Fuerza Aérea Argentina) - Con las primeras luces del 21 de mayo, el comando del Componente Naval de Malvinas ordenó despegar, en misión de reconocimiento, a un Macchi 326 piloteado por el Teniente de Navío Owen G. Crippa.

El aviador naval se aproximó rasante desde el interior de la isla y, al desembocar sobre la bahía, se halló en medio de la flota, alcanzando a disparar sus coheteras Zunni. Al aterrizar, confirmó la magnitud del desembarco.

(La perla austral) - Al caer la tarde del 20 de mayo de 1982 los Tenientes de Navío Guillermo Owen Crippa y Horacio Talarico se reúnen con el Capitán de Fragata Oscar Manuel Arce, quien les comunicó que el día siguiente deberían cumplir una misión sobre San Carlos.

La orden consistía en realizar una navegación rasante a través del valle existente entre Puerto Argentino y San Carlos, bordeando para ello las denominadas alturas Rivadavia, una secuencia del cerro que cruza la Isla Soledad en todo su ancho. Utilizaría como referencia, un pequeño valle ubicado en medio de una cadena montañosa previa al brazo del Río San Carlos.

Era presumible, por cierta información existente, la intención de los británicos de efectuar un desembarco en esa zona, aunque se ignoraba completamente la magnitud que el mismo podría tener.

El 21 desde muy temprano, los mecánicos estuvieron trabajando en los dos Aeromacchi, pero surgieron inconvenientes en el aparato de Talarico. Como era necesario que la misión se llevara a cabo, aún con un sólo avión, se decidió que saliera Crippa.

El personal de apoyo centro entonces sus esfuerzos en una máquina, hasta que todo estuvo listo para la partida.

A las 10:04, Crippa recibió la autorización de la torre de control e inició la corrida de despegue. En pocos segundos estuvo en el aire; con un giro suave puso proa al oeste y paulatinamente comenzó a volar bien rasante. Una capa de nubes bajas y algunos bancos de niebla fueron las características meteorológicas que encontró ni bien recorrió las primeras millas.

Superadas las líneas de defensa, el Comando le informó que a partir de Monte Kent tenía libertad de maniobra para atacar cualquier helicóptero que encontrara por la zona. Poco antes de la llegada a la planicie ubicada entre Monte Kent y Cerro Rivadavia, observó cierta actividad de combate; dos columnas de humo gris oscuro que se elevaban de sendos helicópteros, posiblemente derribados por aviones Harrier mientras transportaban personal del Ejército para reforzar posiciones.

Cuando planificó la misión Crippa había tomado como punto de referencia el valle del río San Carlos, pero al acercarse allí se encontró con una espesa capa de niebla que con el efecto de los rayos del sol, provocaba una serie de reflejos que no le permitían una buena visión, por lo que decidió cambiar la dirección de ataque: en vez de entrar al puerto San Carlos por el sur, lo haría por el norte, con el sol lo más atrás posible. “De todos modos la flota británica estará en mar abierto, o en el peor de los casos en la boca del estrecho”, pensó mientras giraba a la derecha y enfilaba directamente hacia el Cerro Bombilla.

Unas millas antes de pasar por el espacio que queda entre el Río San Carlos y el Cerro Bombilla, divisó una de las referencias más notables para todo navegante: la Roca Remolinos, un enorme montículo rocoso ubicado al norte del estrecho San Carlos, frente al Cabo Leal, roca que vista desde el mar se asemeja a un buque de considerable tamaño. Al llegar a la Ensenada del Noreste miró en todas las direcciones pero se sorprendió al no encontrar ningún barco allí o en las proximidades. Ni siquiera existía actividad aérea: los Harrier que habían atacado a los helicópteros en las Alturas Rivadavia no estaban en la zona ¿Cómo podían ser que los lanchones de desembarco no contasen con ningún tipo de apoyo, tal como lo había informado desde San Carlos el Teniente Esteban? Por un momento esa situación lo intranquilizó, le creó cierta incertidumbre.

Con esos interrogantes rondando por su mente, Crippa giró a la izquierda y se pegó a la costa, volando a 500 pies de altura y una velocidad de poco más de 300 nudos. Así continuó sin novedad, pero cuando estaba próximo a Punta Correntada, de pronto, algo le provocó un estremecimiento: recostada inmóvil sobre la costa de Punta Roca Blanca, en la boca norte del Estrecho de San Carlos, estaba la silueta inequívoca de una fragata Clase 21. Como el buque no dio señal de haberlo detectado continuó con su navegación siguiendo el contorno de la costa, la que hacia el sur se va elevando cada vez más, tomando la característica de los típicos “fiordos”. Instantes después vio, por segunda vez, unidades inglesas: eran dos fragatas recostadas en las proximidades del Monte Rosalía, al sur de la boca de la Bahía Roca Blanca, en la Gran Malvina. Aparentemente tampoco lo habían detectado.

Cuando desde atrás de un cerro salió al canal propiamente dicho del Estrecho de San Carlos, se encontró, de pronto, con un helicóptero Sea Lynx británico que, como colgado en el aire a unos 1000 pies del agua, estaba aparentemente haciendo detección aérea temprana “de data”, como se dice en la jerga. Crippa, instintivamente, se preparó para atacar: acomodó el Aeromacchi ascendió un poco para no dispararle de abajo hacia arriba, seleccionó el armamento y en momentos en que se disponía a gatillar, vio un buque que estaba en las lenguas de agua que va hacia el puesto de la Estancia San Carlos. En escasas décimas de segundo tuvo que decidirse: el helicóptero no lo había visto y era difícil que o atacara, no iba a tener tiempo. En cambio el buque además de ser una mucho mejor “presa”, sí lo atacaría. “Me tiro al buque... No es tu destino”, pensó refiriéndose al piloto del helicóptero y giró bruscamente a la izquierda para entrar en picada final de ataque.

Nuevamente acomodo el avión, tomó puntería y apretó el gatillo, pero no salió ni un disparo. Apretó para tirar cohetes y tampoco. Una sensación de amargura e impotencia le hizo pensar:. “¡Que bronca! ¡Llegar hasta aquí y no poder hacer nada!” Siempre en picada de tiro, se dio cuenta, al observar el tablero, que había olvidado selectar el “master” de armamento cosa que hizo instantáneamente. Sabía que con cañones y cohetes no podría hundir ningún buque, pero estaba en condiciones de anular, en gran medida, los sistemas electrónicos con que cuentan las naves de guerra modernas. Eso y dejar fuera de combate al buque era lo mismo.

Ya estaba casi encima del barco. Trató de apuntar al puente de comando y a las antenas, hizo los disparos y levantó la trompa de su avión ante la proximidad de la nave, a lo que cruzó por la popa para volver a pegarse al agua y comenzar las maniobras bruscas de zigzagueo. En ese momento comenzaron a tirarle con cañones desde un transporte de asalto tipo Fearless, que estaba a su izquierda. Al mirar hacia ese buque, vio el fogonazo y el humo característicos que se produce cuando se dispara un misil y de inmediato la estela brillante que iba dejando el proyectil a medida que se aproximaba al avión.

A fin de evitar el impacto Crippa intensificó las maniobras evasivas, pero no tardó en comprender la gravedad de la situación: a medida que avanzaba se encontraba con más y más barcos. Para impedir que le tiraran, recurrió a un arriesgado procedimiento, que consistía en meterse entre medio de los buques, que de este modo dejarían de tirar ante el peligro de impactarse entre ellos. En efecto, los ingleses cesaron el fuego momentáneamente, pero lo reiniciaron una vez que su avión había pasado, tratando de impactarlo mientras se alejaba. Se había metido en la boca del lobo.

Volando a plena potencia y esquivando como podía, tanto a los buques como a las esquirlas que se iban formando a su alrededor, enfilo hacia Punta Federal, con la esperanza de alejarse de las unidades inglesas. Pero se equivocó: al “saltar” un cerro, en lugar de esconderse se encontró de golpe con más barcos, ubicados a su derecha, próximos a la Bahía Ruiz Puente. Repuesto de la sorpresa giró bordeando un cerro, en momentos en que las naves comenzaron a tirarle con artillería. Al pasar el cerro se planchó sobre el piso de un amplio valle que está antes de llegar a Puerto Sussex. En ese instante, un pensamiento se cursó por su mente: “Si voy a Puerto Argentino y digo que hay muchos buques, me van a decir que está bien, que habrá cuatro o cinco. Pero cuántos en realidad ¿cuántos había?”

Trató de calmar sus nervios; estaba agitado y sentía el cuerpo empapado en transpiración. Se había salvado del fuego de los buques pero era posible que un PAC de Harrier ya estuviera dirigiéndose al lugar para interceptarlo. “Me juego una vez más” pensó en voz alta y elevándose un poco hizo un suave giro hacia la izquierda, regresando hacia el Río San Carlos. Su intención era contar, identificar y ubicar a cada una de las unidades británicas en la carta que llevaba en la rodilla derecha.

Así; lo hizo eran nada menos que catorce buques; una cifra que no estaba en sus cálculos y en los de nadie. Para cualquiera, era un disparate concebir la presencia de esa cantidad de naves en una zona tan restringida. Como se estaba acercando demasiado, volvió a girar está vez hacia el sur, “Listo ahora a casa...” dijo a sí mismo y puso rumbo hacia Puerto Argentino. Fue entonces cuando se presentó otro problema: en el prevuelo había buscado referencias que le ayudaran en su navegación y le evitaran tener que diferenciarlas en el momento, desviando su atención. Pero al haber cambiado su navegación por la mala meteorología, perdió esos puntos geográficos de referencia que le permitirían guiarse para el regreso. De acuerdo con la nueva ruta que debía seguir, se veía obligado a pasar por Puerto Darwin, donde había fuerzas propias que desconocían la existencia de la misión. Lo más probable es que le tiraran y tal vez lo derribaran. El peligro existía y era consciente de esto.

Tenía sólo una alternativa: pegarse todo lo más posible al piso, volar sobre el sector sur de las Alturas Rivadavia y rogar porque no lo derribaran. Afortunadamente, sin mayores novedades llegó a Bahía Agradable y salió al mar. Hasta ese momento había logrado sortear un escollo muy difícil: pasar sobre la artillería propia. Aún no se había comunicado con Puerto Argentino por dos motivos fundamentales: primero por que los británicos contaban con elementos como para detectar la emisión de su radio e ir en su búsqueda y, segundo, porque para emitir debía ascender bastante, pues volando tan bajo las ondas radioeléctricas de muy alta frecuencia (M.A.F. o V.H.F.) tenían muy poco alcance.

Cuando salió al mar, no tenía una idea clara de donde se encontraba. Según sus cálculos, había dejado la tierra al sur de la Rada Agradable, pero no estaba nada seguro. Ascendió e intentó entonces comunicarse con Puerto Argentino:

Tala, aquí Pora, Tala, aquí Pora.
Aquí Tala, adelante Pora.
He avistado catorce unidades inglesas en zona de Puerto San Carlos. Confirmaré posición al aterrizar.
Pora, lo tengo controlado. Ponga rumbo 065.
¿Y las defensas?
No se preocupe ya están avisados.

Crippa planchó su avión nuevamente sobre el mar y continuó en la dirección indicada. Luego de pasar por la Isla del Este, el controlador del aeropuerto le pidió que ascendiera para tenerlo en el radar. Instante después volvió a llamarlo:

Pora, lo tengo en pantalla
Bien, pero ¿y las defensas? preguntó ansioso Crippa sin ocultar su preocupación por las defensas antiaéreas.
Ya están avisados. No se haga problema por eso. Todo está bajo control –respondió el controlador desde la torre del aeropuerto. Proceda para el aterrizaje.

A las 10:45 Crippa aterrizó en Puerto Argentino. Cuando el Aeromacchi se estacionó en un costado de la pista, el Capitán Arce se acercó a la máquina. Crippa había comenzado a bajar por la escalerilla. En su cara se reflejaba toda la tensión del momento vivido.

¿Así que están ahí? le pregunto Arce antes de que Crippa llegara al piso.
Si señor, tienen todo tipo de barcos. Nunca pensé que los iba a encontrar en ese lugar y en esa cantidad. Alcancé a atacar a una fragata (*), vi el impacto de cañones pero desconozco qué efecto tuvieron los cohetes.
Crippa, vamos a la Central de Operaciones así nos informa en detalle, dijo Arce mientras apuraban el paso, pues comenzaba a lloviznar con cierta intensidad.

La información aportada por el Teniente Crippa fue de fundamental importancia para las acciones futuras emprendidas contra las fuerzas británicas. Ese mismo día, horas después del vuelo sobre San Carlos, aviones de la 2da Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque y de la Fuerza Aérea incursionaron exitosamente sobre los buques enemigos.

(*) Gran Bretaña reconoció que el 21 de mayo, aproximadamente a las 10:30 horas un avión Aeromacchi, solitario provocó averías a una fragata clase 21. Según un artículo publicado en la sección Defence Attache de la revista The International Defence Review (N° 3/1983, pag. 24), el buque atacado sería la fragata tipo 22 H.M.S. “Brilliant”

HDLGC

El Crucero A.R.A. "General Belgrano"

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Homenaje al A.R.A. GENERAL BELGRANO

Desde hace mucho tiempo, que en este país no hacemos mas que desprestigiar lo que hacemos e hicimos, tildándonos de flojos, mediocres y demás calificativos tendientes a desmerecernos como patria.- Lo mismo hacemos con nuestros héroes y con nuestra historia, llegando hasta en casos a objetar la conducta de próceres como el General Don José de SAN MARTIN; Juan Manuel de ROSAS y otros grandes que supieron pelear para conformar esta gran Nación.- La GUERRA POR LAS MALVINAS en el año 1.982 no fue una excepción, donde mientras se producían los combates en que se nos decía que estábamos ganando, éramos los mejores del mundo y cuando se produjo la rendición, pasamos a ser de vuelta la nada, descalificando a los soldados profesionales que lucharon y dieron su vida, junto a los “enormes veteranos de 18 años”, que sin mas conocimiento de cómo funcionaba su fusil, dejaron todo y regaron con su sangre nuestro derecho soberano sobre nuestro querido archipiélago.- Dentro de estas idas y vueltas, donde durante casi treinta años no se hizo otra cosa que menoscabar a nuestros héroes, quedo una entre tantas historias dignas de ser contadas, porque trascendió las fronteras convirtiéndose en un mito a nivel mundial.- Para muchos era una mole de fierros “oxidados” ó tan solo un viejo barco de guerra obsoleto, como llegue a escuchar en distintos lados y en parte eso fue lo que nuestra “historia oficial” nos hizo hacer creer, pero vaya que paradoja, que para nuestro enemigo no era tal, sino una gran amenaza y por eso fue en su búsqueda para neutralizarlo antes de que comience el conflicto, en vez de ir por buques de última generación como lo eran el A.R.A. HERCULES y el A.R.A. SANTISIMA TRINIDAD, pues para la mayor potencia naval de la historia de la humanidad, que dicho sea de paso, algo deben saber de barcos y de guerras, el A.R.A. GENERAL BELGRANO era un peligro y un riesgo para sus “TASK FORCES” o “FUERZAS DE TAREAS” como denominan a su flotas navales.- Es por eso que decidimos escribir estas letras, para de una vez terminar con ese populismo nacional de desterrar nuestra historia y a sus protagonistas, donde esta nave supo hacerse un lugar y pasar a la inmortalidad…!!! Pero para ello, primero es necesario saber su vida, que hizo y que significo a nivel mundial nuestro querido CRUCERO GENERAL BELGRANO. Nació en ESTADOS UNIDOS, un 15 de Abril de 1.935, pero recién fue botado el 13 de Marzo de 1.938, sus medidas eran más que contundentes, poseía CIENTO OCHENTA Y CINCO metros de largo por VEINTIUNO metros de manga y SIETE metros de calado, con QUINCE CAÑONES de 152 milímetros y OCHO CAÑONES de 127 milímetros, un poder de fuego mas que envidiable para cualquier nave de este tipo.- Fue bautizado como U.S.S. PHOENIX y entro en servicios como integrante de la FLOTA DE GUERRA de la COSTA OESTE de la ARMADA DE ESTADOS UNIDOS, su primer contacto con una guerra no fue ni más ni menos que durante el ataque japonés contra PEARL HARBOR, donde sobrevivió sin un solo rasguño.- Fue trasladado a las costas de SAN DIEGO, donde fue comisionado como nave de apoyo al trasporte marítimo de tropas en AUSTRALIA y luego en JAVA.- Así durante el año 1.942 sirvió de apoyo a distintos convoyes marítimos, escoltando buques no solo de la marina de ESTADOS UNIDOS, sino también de GRAN BRETAÑA y de las fuerzas aliadas.- Su historia en la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, cambió a partir del año 1.943, cuando traslado al SECRETARIO DE ESTADO de los ESTADOS UNIDOS, CORDELL HULL a CASABLANCA y luego de ello fue destinado a la SEPTIMA FLOTA, partiendo hacia el PACIFICO SUR.- En diciembre de ese año, participo junto al U.S.S. NASHVILLE con quién bombardeo las playas del CABO GLOUSESTER, cubriendo el desembarco de la INFANTERIA DE MARINA y destruyendo las defensas enemigas. Luego y a principios del año 1.944, participo en el ataque y desembarco de NUEVA GUINEA.- Poco después y producto de la importancia que fue tomando su papel en la “GUERRA DEL PACIFICO”, fue trasladado a la zona de las ISLAS DEL ALMIRANTAZGO, con el objeto de apoyar diversos planes de desembarcos en la zona, siempre en compañía del U.S.S. NASHVILLE y del navío británico H.M.S. SHOPSHIRE, trabando lucha con piezas de artillería enemigas sobre la playa, siguiendo misiones similares en HOLLANDIA; ARARE; WAKDE; BIAK.- Ese 04 de Junio, cuando navegaba junto a otros destructores y los cruceros NASHVILLE y BOISE, fuera de la COSTA NOROESTE de NUEVA GUINEA, recibió el ataque de OCHO AVIONES JAPONESES, recibiendo DOS BOMBAS procedentes de ellos, lo que ocasiono las primeras pérdidas humanas en su historia.- Esa misma noche, logro eludir el ataque de otro avión y luego el impacto de un torpedo.- El 15 de Septiembre de 1.944, participo en la ocupación de MOROTAI de las Islas MOLUSCAS y luego participo de la reconquista de FILIPINAS.- El 24 de Octubre participo de la BATALLA DEL ESTRECHO DE SURIGAO, donde gracias al gran poder de fuego de sus cañones, junto con las naves de apoyo, logro el hundimiento de los acorazados (naves estas de mayor porte y poder) YAMASHIRO y FUSO, así como el cañoneo del MOGAMI y de TRES destructores japoneses, el YAMAGUMO, ASAGUMO y el ASASHIO.- Entre el resto del mes de Noviembre y diciembre de 1.944, recibió nuevos ataques de aviones japoneses (KAMIKAZES) y de un submarino que lo ataco con DOS (02) torpedos que logro esquivar, para continuar con distintas misiones de apoyo, como así también de dragado de minas.- Se encontraba volviendo a su puerto de PEARL HARBOR, cuando JAPON se rindió, finalizando con ello su intervención en la SEGUNDA GRAN GUERRA, donde fue condecorado con NUEVE ESTRELLAS DE COMBATE por su decisiva participación.- Como dato anecdótico y como muestra de la importancia del navío en la contienda, el mismísimo General Mc ARTHUR comando acciones bélicas desde la nave, convirtiéndose en el buque insignia o principal de la flota de ESTADOS UNIDOS en ésas operaciones navales.- Desde el 06 de Septiembre de 1.945 paso a integrar la flota del ATLANTICO y el 28 de Febrero de 1.946 paso a la reserva de la ARMADA DE ESTADOS UNIDOS, donde permaneció en puerto anclado por CINCO años, sin saber que lo mejor de su rica historia estaba por comenzar.-




AL SERVICIO DE LA ARMADA ARGENTINA:

En el año 1.951 y como no podía ser de otra manera, junto a su compañero de tantas batallas, el U.S.S. BOSSIE, fue adquirido por la REPUBLICA ARGENTINA, por la suma de U$S 7.800.000, recibiendo como primer nombre en nuestra flota el de “A.R.A. 17 DE OCTUBRE”, fecha esta simbólica del PARTIDO JUSTICIALISTA, que en esos momentos conducía al país, bajo la presidencia de JUAN DOMINGO PERON.- Paradójicamente, fue el mismo navío el utilizado por las fuerzas rebeldes como nave insignia, para perpetrar la revolución y consecuente derrocamiento del General, en el año 1.955 al mando del Almirante ISAAC FRANCISCO ROJAS, por lo que luego de los acontecimientos fue rebautizado, recibiendo el nombre de GENERAL BELGRANO, en homenaje al prócer y creador de la ESCUELA DE NAUTICA, en el año 1799.- Presto servicios en la ARMADA ARGENTINA, recibiendo una primer modernización en el año 1.967, siendo dotado de plataformas de lanzamiento de misiles SEACAT.- En el año 1.978, participo de la OPERACION SOBERANIA, destinada a la INVASION DE LAS ISLAS AL SUR DEL CANAL DEL BEAGLE.- Ya en el año de 1.982 y como se realizaba en forma anual, en el mes de Febrero estuvo en PUERTO BELGRANO, donde se practicaba al navío su mantenimiento anual.- Si bien la unidad había sido tecnológicamente equipada con sistemas de misiles y radares, tenía un inconveniente en sus turbinas, lo que le impedía superar la velocidad de 18 nudos.- Los preparativos del conflicto con GRAN BRETAÑA, desde principios de ese año, trajo aparejado que se detenga su mantenimiento y reparación, siendo los obreros destinados al resto de las embarcaciones de la flota, por lo que no fueron finalizadas y por ende, la nave no participo del desembarco de las fuerzas argentinas el 02 de Abril de 1.982.- No obstante ello y con los acontecimientos ya conocidos, el 16 de Abril de 1.982, con una tripulación de 1.093 hombres (dos de ellos civiles, quienes a pesar de saber que la nave viajaba hacia la guerra, siendo ambos empleados de la cantina, decidieron no abandonar el barco, siendo ellos los primeros en fallecer pues el primer torpedo, pego precisamente sobre ese sector), el CRUCERO A.R.A. GENERAL BELGRANO partió hacia la INMORTALIDAD, desde la ISLA DE LOS ESTADOS, formando parte de la GRUPO DE TAREAS 79 (GT79) con el objeto de patrullar la zona del archipielago y detectar la presencia de las fuerzas britanicas en la zona.- El 24 de Abril, ante la detección de la primer fuerza de tareas inglesa en la zona, compuesta de un portaviones y siete destructores, se le unieron en su trabajo el DESTRUCTOR A.R.A. PIEDRA BUENA y el DESTRUCTOR A.R.A. BOUCHARD, junto con el buque petrolero A.R.A. PUERTO ROSALES.- Durante los días siguientes se practicaron maniobras de reconocimiento, utilizando para ello el helicóptero del BELGRANO (ALUETTE) y el 29 de Abril recibió la orden de utilizar la totalidad de armamento que contaba la unidad, contra cualquier tipo de nave inglesa, ya sean sus poderosos cañones, como los misiles antibuque con que había sido dotado.- Existió por parte de la ARMADA ARGENTINA, de practicar un ataque aeronaval contra las FUERZAS DE TAREAS BRITANICAS, para lo cual intervendrían en primer instancia las FRAGATAS A.R.A. HERCULES y SANTISIMA TRINIDAD, junto con el PORTAVIONES A.R.A. 25 DE MAYO, en tanto que el GRUPO DE TAREAS 79 encabezado por el BELGRANO, tenía por objeto una vez perpetrado el mismo, atacar junto a los destructores y a las fuerzas enemigas encabezados por el HMS INVISIBLE, batalla esta que se hubiera convertida en la mas grande de su especie desde la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL hasta la actualidad, pero la falta de viento impidió realizar la operación, puesto a que las bombas a utilizar por los aviones A4 SKYHAWCK de la ARMADA ARGENTINA, necesitaban precisamente del viento para su utilización.- Debido a ello, se dispuso que las naves se retiren de la zona de ataque, siendo ello aprovechado el día 02 de Mayo de 1.982 por el SUBMARINO NUCLEAR HMS CONQUEROR, para efectuar su ataque por medio de torpedos convencionales, en un total de dos, provocando el hundimiento de nuestra emblemática nave.- Todo lo demás es ya historia conocida y las contingencias creadas a raíz de su hundimiento, puesto a que se produjo fuera de la zona de exclusión fijada por INGLATERRA, fue producto de reclamos por parte de nuestro país.- La historia e importancia del A.R.A. GENERAL BELGRANO llego al extremo de que un equipo de investigadores del HISTORY CHANEL, vengan en su búsqueda cosa que no se hizo con ninguno de los navíos hundidos de la ARMADA INGLESA.- Obviamente que la misión no tuvo existo y no pudo ser detectado en el fondo del OCEANO ATLANTICO nuestra querida embarcación, pues lo que estas personas nunca se imaginaron, es que el CRUCERO A.R.A. GENERAL BELGRANO no se encuentra hundido, sino que hasta la actualidad, con 323 HEROES a bordo, sigue navegando en el corazón de cada uno de todos los argentinos.- VIVA LA PATRIA, VIVAN LAS ISLAS MALVINAS ARGENTINAS, VIVA NUESTROS 649 HEROES Y VIVA EL A.R.A. GENERAL BELGRANO.- Nuestro mejor homenaje no es un acto, un documental o un sticker, nuestro mejor homenaje es NUNCA OLVIDAR, porque solo así seguirán vivos en el corazón de todos.!!!!! Gracias, 323 veces Gracias...!!!

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HDLGC

Instalación de Tiro Berreta: destructor H.M.S. "Glamorgan"

Mensaje por HDLGC »

Durante los días 11 y 12 de Junio algunos navíos ingleses se disponían sobre las costas malvinenses, para cañonear a las tropas argentinas. Estas intentaban responder los ataques con disparos de cañones, pero éstos quedaban fuera de servicio por el uso excesivo y el recalentamiento. Los comandantes argentinos en las malvinas solicitaron que fueran desplegadas desde el continente las lanchas torpederas "Intrépida" e "Indómita", solicitud que fue rechazada. La única alternativa era hacer llegar a las islas un improvisado sistema que venía desarrollando el capitán Julio Pérez desde hacía semana: Un lanzador terrestre que pudiera disparar los Exocets.
El día 12 de Junio se emplazó un trailer con los accesorios de un misil EXOCET MM38 (buque - buque) extraídos de la corbeta A.R.A. Guerrico; fue modificado y su puntería reglada con el radar Westinghouse de la FAS. Se esperaba muy sigilosamente el paso de buques ingleses y como su amplitud de tiro estaba limitada a solo unos pocos grados, era necesario esperar que una nave pasara por su mira de disparo. Así ocurrió ese día a las 03:15, el objetivo: el destructor 'HMS Glamorgan'.
DISPARO DEL MM-38: Una vez que el buque estaba en punto de lanzamiento, el misil fue disparado. Su trayectoria errante se niveló al detectar el blanco. Se estabilizó y, a gran velocidad, se acercó a su objetivo. El Glamorgan, que había detectado su disparo, intentó denodadamente interceptarlo con el disparo de misiles SEA CAT, pero era demasiado tarde. Intentó lanzar los señuelos CHAFF, que tampoco pudieron frenar el inminente impacto. Habiendo recorrido ya una distancia de 35 km. aproximadamente, dio en la popa. Fallecieron trece tripulantes y resultaron heridos de consideración una veintena de ellos. A pesar de los destrozos considerables en su estructura, el Glamorgan, fue el único de los navíos tocados por un Exocet que ha sobrevivido.
EXPLOSION: Según información brindada por fuentes británicas el Exocet impactó en el Glamorgan, pero no explotó. Se afirma que la explosión se debió a un helicóptero Wessex, que al entrar en contacto con el fuego, se incendió. Lo cierto es que, si explotó o no, no es hoy en día un hecho certificable. No obstante el destructor de su Majestad quedó fuera de combate.
INTENTO FALLIDO: El disparo del día 12, no había sido la primera intención de lanzar al MM-38. Lo cierto es que, desde el día anterior se avistaron naves británicas que merodeaban por las costas. Ninguna de ellas pasó por la mira de disparo del Exocet. La víctima llegaría un día después.

http://www.youtube.com/watch?v=8JnQM7VjNOc


HDLGC

Re: 2 de Abril 1982-2 de Abril 2012

Mensaje por HDLGC »

http://www.youtube.com/watch?v=v8_D3Fnob0U

Es sumamente interesante porque es la visión de un oficial que participó en al guerra, y que cuenta varias cosas inédita y muy jugosas. Una pena el periodista. Un abrazo.

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FaQ_PP
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Re: 2 de Abril 1982-2 de Abril 2012

Mensaje por FaQ_PP »

Me acabo de leer todo lo que me faltaba. Impresionante. Me encanto el relato de la mision de Crippa. Me emocione con el Homenaje al A.R.A. Gral. Belgrano.
Y el ultimo video me lo fume a fantino pero Dios, estoy muy de acuerdo con Rico

Solo me falta decir: Fantino jubilate!
Hoy desperté
Y vi la calle y vi la gente
Es todo gris y sin sentido
La gente vive sin creer

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cape82
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Re: 2 de Abril 1982-2 de Abril 2012

Mensaje por cape82 »

juraron con gloria morir, y asi fue...siempre q canto esa parte del himno pienso en estos heroes.

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