Triunfos del Torino en TC:Buenos Aires(26-05-68)(27ª)
Publicado: 03 Oct 2010, 15:37
La continuidad del campeonato 1968 del Turismo de Carretera, estaba dada por las "4 horas Shell", en el escenario porteño. El domingo 26 de mayo, era la fecha establecida. Es decir, una semana después de la victoria en Rafaela de Rolo de ÁLZAGA con el "petiso" de Tulio CRESPI.
La clasificación del sábado se hizo apegándose a las normas internacionales en vigencia entonces. Cada piloto podía salir a pista cuantas veces quisiera, pero una vez allí, tenía un determinado tiempo, para establecer sus registros clasificatorios. Una de las sorpresas fueron los "hnos. PIERSANTI, que establecieron el 4º tiempo con un Ford muy veloz en lo tendido, pero que a la hora de frenar y/o doblar, gustosos la hubieran arrojado de tener un ancla o paracaídas. La otra sorpresa la dió la pareja PERKINS-URRUTI, que se impuso con el mejor tiempo, sobre el campeón COPELLO-ESTÉFANO. Otro destacado fue el binomio GALBATO-MENDITUEGUY, con un "mini"-Falcon (Falcon angostado), y el notable registro de la pareja RODRÍGUEZ CANEDO-PACHELO, con una Liebre I1/2 Tornado.
Por el lado de Chevrolet se presentaban algunos problemas. Tanto los dúos PAIRETTI-VIANINI, como BORDEU-"Cacho"(Fangio), se presentaban con autos nuevos sin experimentar.
En las huestes del óvalo, en el dúo CASÁ-FACCHINI, había la resistencia mecánica de siempre y por el lado de GALBATO-MENDITEGUY, el deseo de terminar con una ya larga racha negativa, en cuanto a triunfos.
La gente de Chrysler repetía la tentativa con dos autos, a cargo uno de LAYUS-SANTAMARINA. Este protagonizó un accidente sin consecuencias personales producto de un roce entre otros dos competidores. Ambos autos, seguían siendo frágiles, y más aún pensando en al exigencia de cuatro horas de carrera.
Por el lado de las huestes de IKA, amén de las Liebre II de COPELLO-ESTÉFANO y PERKINS-URRUTI, estaba la jauría de Liebre I1/2, y de Torinos 380 W TC. Esto sin contar con los artesanales "chatitos" de Tulio CRESPI, que contaban con pilotos como DE ÁLZAGA-MARINCOVICH, PASCUALINI-SCAMUFFO, REY-TRAVERS.
Largada la carrera, la Liebre II de COPELLO-ESTÉFANO, con el nº 1 en sus puertas hizo honor a su numeración, manteniéndose delante de la de PERKINS-URRUTI, pero sin alejarse demasiado. Esto era con la conducción de Nasif. Detrás un grupo que se daba con todo lo que tenía a mano, integrado por DI PALMA, MALNATTI, MENDITEGUY, BORDEU, RUESCH, DE ÁLZAGA y VIANINI.
Este último conducía la primera Liebre I 1/2, que llevaba en sus entrañas un motor que no era Tornado: un Chevrolet 250", que sonaba armoniosamente bien. Pero ahora, sobre un chasis acorde, el "tano" doblaba como nunca había podido hacerlo hasta entonces.
Los problemas generales que sufrirían los participantes quedaron supeditados a frenos, cajas de velocidades y al final de la exigencia, palieres. Algunas variantes a estos inconvenientes fueron el caso de MENDITEGUY, que a raíz de un trompo con el Falcon en la horquilla, rompe radiador en un roce. Otro que sufrió fue ESTÉFANO, con la rotura de un pistón. COPELLO, nunca se pudo subir a la Liebre II.
Con el correr de las vueltas, comenzarían los problemas que serían insalvables en el equipo Chrysler. Venían desde atrás, a paso firme CANEDO-PACHELO. Pero adelante, quiénes comandaban las acciones eran el binomio PERKINS-URRUTI. Con un ritmo regular, nuevamente José Manuel FARAONI-RAMALLO, terminaban muy bien clasificados. No hubo esta vez la lucha de la última carrera en el autódromo, y todo quedó supeditado a regualr el ritmo de marcha, para llegar.
En definitiva la victoria muy merecida para la pareja del equipo DONATI, PERKINS-URRUTI, pero hubo un hecho muy negativo en la jornada. PERKINS: dos victorias en carreras de larga duración y ningún punto obtenido por un reglamento caprichoso. A esta altura, le estaban debiendo la friolera de DIECIOCHO (18) puntos, en el torneo al hombre de Alberdi. Y a esta altura del partido, ello significaba nada más y nada menos que la punta del torneo, contra el punto y medio reconocido hasta esa carrera.
Prestemos atención a las posiciones en el campeonato. Si le sumamos los 18 puntos obtenidos en las dos carreras de larga duración en el autódromo, Gastón PERKINS, sería a esta altura puntero único.
La clasificación del sábado se hizo apegándose a las normas internacionales en vigencia entonces. Cada piloto podía salir a pista cuantas veces quisiera, pero una vez allí, tenía un determinado tiempo, para establecer sus registros clasificatorios. Una de las sorpresas fueron los "hnos. PIERSANTI, que establecieron el 4º tiempo con un Ford muy veloz en lo tendido, pero que a la hora de frenar y/o doblar, gustosos la hubieran arrojado de tener un ancla o paracaídas. La otra sorpresa la dió la pareja PERKINS-URRUTI, que se impuso con el mejor tiempo, sobre el campeón COPELLO-ESTÉFANO. Otro destacado fue el binomio GALBATO-MENDITUEGUY, con un "mini"-Falcon (Falcon angostado), y el notable registro de la pareja RODRÍGUEZ CANEDO-PACHELO, con una Liebre I1/2 Tornado.
Por el lado de Chevrolet se presentaban algunos problemas. Tanto los dúos PAIRETTI-VIANINI, como BORDEU-"Cacho"(Fangio), se presentaban con autos nuevos sin experimentar.
En las huestes del óvalo, en el dúo CASÁ-FACCHINI, había la resistencia mecánica de siempre y por el lado de GALBATO-MENDITEGUY, el deseo de terminar con una ya larga racha negativa, en cuanto a triunfos.
La gente de Chrysler repetía la tentativa con dos autos, a cargo uno de LAYUS-SANTAMARINA. Este protagonizó un accidente sin consecuencias personales producto de un roce entre otros dos competidores. Ambos autos, seguían siendo frágiles, y más aún pensando en al exigencia de cuatro horas de carrera.
Por el lado de las huestes de IKA, amén de las Liebre II de COPELLO-ESTÉFANO y PERKINS-URRUTI, estaba la jauría de Liebre I1/2, y de Torinos 380 W TC. Esto sin contar con los artesanales "chatitos" de Tulio CRESPI, que contaban con pilotos como DE ÁLZAGA-MARINCOVICH, PASCUALINI-SCAMUFFO, REY-TRAVERS.
Largada la carrera, la Liebre II de COPELLO-ESTÉFANO, con el nº 1 en sus puertas hizo honor a su numeración, manteniéndose delante de la de PERKINS-URRUTI, pero sin alejarse demasiado. Esto era con la conducción de Nasif. Detrás un grupo que se daba con todo lo que tenía a mano, integrado por DI PALMA, MALNATTI, MENDITEGUY, BORDEU, RUESCH, DE ÁLZAGA y VIANINI.
Este último conducía la primera Liebre I 1/2, que llevaba en sus entrañas un motor que no era Tornado: un Chevrolet 250", que sonaba armoniosamente bien. Pero ahora, sobre un chasis acorde, el "tano" doblaba como nunca había podido hacerlo hasta entonces.
Los problemas generales que sufrirían los participantes quedaron supeditados a frenos, cajas de velocidades y al final de la exigencia, palieres. Algunas variantes a estos inconvenientes fueron el caso de MENDITEGUY, que a raíz de un trompo con el Falcon en la horquilla, rompe radiador en un roce. Otro que sufrió fue ESTÉFANO, con la rotura de un pistón. COPELLO, nunca se pudo subir a la Liebre II.
Con el correr de las vueltas, comenzarían los problemas que serían insalvables en el equipo Chrysler. Venían desde atrás, a paso firme CANEDO-PACHELO. Pero adelante, quiénes comandaban las acciones eran el binomio PERKINS-URRUTI. Con un ritmo regular, nuevamente José Manuel FARAONI-RAMALLO, terminaban muy bien clasificados. No hubo esta vez la lucha de la última carrera en el autódromo, y todo quedó supeditado a regualr el ritmo de marcha, para llegar.
En definitiva la victoria muy merecida para la pareja del equipo DONATI, PERKINS-URRUTI, pero hubo un hecho muy negativo en la jornada. PERKINS: dos victorias en carreras de larga duración y ningún punto obtenido por un reglamento caprichoso. A esta altura, le estaban debiendo la friolera de DIECIOCHO (18) puntos, en el torneo al hombre de Alberdi. Y a esta altura del partido, ello significaba nada más y nada menos que la punta del torneo, contra el punto y medio reconocido hasta esa carrera.
Prestemos atención a las posiciones en el campeonato. Si le sumamos los 18 puntos obtenidos en las dos carreras de larga duración en el autódromo, Gastón PERKINS, sería a esta altura puntero único.
