Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol. Que el hombre es el único animal, que se tropieza dos veces con la misma piedra. Hoy sábado 31 de marzo, cambiando de canal, me encuentro con que unos señores de una categoría show, monomarca, se dan el lujo de correr en las calles de la Capital Federal, teniendo un bruto autódromo de nivel internacional, y con una más que rica historia automovilística. Pero no, estos muchachos, pueden correr en la calle, y nosotros, los salames que pagamos los impuestos en esta ciudad, obviamente, no podemos superar los 60 kph en aveniddas, hábida cuenta que unas camaritas ocultas, nos sacaran unas espléndidas fotos de nuestras chapas patentes.
¿A qué viene esto?. Me puse a hojear la carrera siguiente, que me tocaba bajar al foro, acerca de las victorias del Torino, y me encuentro con la realizada el 3 de marzo de 1970, unos 42 años atrás. Y veo que lamentablemente no aprendemos más. Seguimos cometiendo errores garrafales como antaño.
Resulta que la carrera se desarrolló en un circuito llamado "General Mosconi", en Allen, Provincia de Río Negro. Pero lo mejor de todo lo verán con las fotos que a pesar de ser en blanco y negro, se darán cuenta que de asfalto, había poco y nada ne realidad. Encima, las autoridades de la prueba se arrogaban el título de ser la "Capital tuerca del Comahue". En fin. Vayamos a la carrera en sí.
En aquella ocasión en Allen, directamente no se debió correr. El circuito no estaba en condiciones. Apenas tenía puestala primera capa del compuesto asfáltico, no había vallas de contención, el piso era deplorable, las condiciones de seguridad no estaban dadas, y la rotura de cubiertas, y parabrisas, estaban a la orden del día.
La gente de Allen, le debe la carrera a los protagonistas, que sin chistar, corrieron a pesar de todo.
En la mañana del domingo, muy temprano la pista fue regada (había llovido en la madrugada), con un compuesto blando, similar al jabón, y pegajoso al tacto. Lo cierto es que al largarse la primera serie (se correrían dos, por suma de tiempos), se formó un verdadero barrial, y los autos aparecían cubiertos por la mezcla original, más el barro formado, tierra y arena. Los números de las máquinas no se veían, y se usaban los limpiaparabrisas. Las piedras sueltas, por las pésimas condiciones de pistas, rompieron neumáticos y parabrisas. Eran 20 vueltas por serie, y cada vuelta duraba más de 2'. El circuito tenías unos 5000 metros, y no hubo accidentes de casualidad, y porque obligatoriamente las condiciones obligaban a cuidarse.
COPELLO, sin parabrisas, y DI PALMA, luchaban palmo a palmo, patinando y respetándose para no quedar fuera. El campeón de SP, tenía calzada su Liebre II B, con neumáticos de lluvia, siendo que no llovía. La primera serie se la adjudicó el muchacho de Arrecifes, por tan solo 4/10, sobre el campeón COPELLO.
El reconomiento fue para CUPEIRO, que arribó tercero con una Liebre III-Chevrolet.
La segunda serie se larga con DI PALMA adelante, y el piso más seco. Pero rápidamente COPELLO, lo supera y se aleja en punta, para descontarle la mínima diferencia que le había hecho en la primera serie. Pero a las ocho vueltas COPELLO, perdía la carrera otra vez, por una cubierta. De allí en adelante, DI PALMA, se dedicó a cuidar para llegar al final, y asegurarse la victoria. Al de Arrecifes, lo siguieron FARAONI y PERKINS. Lo curioso es que estos dos últimos, también cruzaron la meta en llanta.

Lo mejor de la Argentina:Di Palma, Copello y Las Liebres de Berta.