Antes de entrar de lleno, en la temporada 1968 del Turismo de Carretera, y de nuestro automovilismo en general, vamos a recordar, y poner especial hincapié, en un hecho muy importante.
Como vimos, a lo largo de 1967, hubo una marca, Torino, que ejerció un claro dominio en el TC. Ya era opinión generalizada, la gran calidad, y categoría internacional de nuestro automóvil nacional. De ahí, que en enero de 1968, la gente de IKA, se animara a emprender una aventura, en tierras europeas.
En efecto, Oreste BERTA, había viajado con su esposa, y les enviaban el Torino 380 con el que Eduardo RODRÍGUEZ CANEDO, había ganado el Gran Premio Argentino de Turismo del A.C.A., en manos de Eduardo RODRÍGUEZ CANEDO.
Una enfermedad de uno de los hermanos de COPELLO,le impidió viajar, y Héctor Luis GRADASSI, fue el piloto elegido para ello. Estamos hablando de pleno invierno europeo, con temperaturas muy bajas, nevadas, hielo en las rutas, etc. Una vez arribado el auto, le sumaron otro alquilado en Francia, y se fueron por ruta, hacia el sur de Francia, a recorrer los nevados caminos del Rally de Montecarlo.
El auto que llevaron tenía una desmultiplicación muy larga: 2,87, y una ZF 2,42. Desde ya, que no era apto para el camino elegido, en lo más mínimo. Sólo podrían poner 1ª y 2ª, con semejante relación. Se hicieron de cubiertas con clavos, para la nieve, y probaron intensamente el automóvil.
A pesar de ellos, y de las varias difultades que se fueron presentando, se hicieron las pruebas que dejaron enriquecedoras conclusiones. Más de 1500 kms. de recorrido, sobre seis tipos diferentes de suelos, y metiendo tiempos muy buenos, para un equipo totalmente inexperto en aquellas tierras, con un auto extremadamente grande y pesado, a comparación de los de punta del Rally.
Pero más allá de lo que pueda conarles, acá les dejo el topic, http://www.tutorino.com.ar/foro/post47048.html#p47048, donde se trató el tema en profundidad, por si alguno de ustedes no lo leyó. Se trata de unas notas del periodista Roberto CAROZZO, muy allegado un año más tarde, al proyecto "Misión Argentina".
Según el libre de Miguel Ángel BARRAU, al finalizar las pruebas, el equipo argentino, logró que dos pilotos franceses del equipo Citröen, probaran el auto argentino en los difíciles caminos nevados del Rally de Montecarlo. De la sugerencia de uno de ellos, Lucien BIANCHI, aparecerá la posibilidad de participar en "Le Marathon de la Route". Pero, para eso falta todavía.
Acá les transcribo el Capítulo VIII del libre "Misión Argentina", donde Roberto CAROZZO, cuenta justamente esta circunstancia.http://www.tutorino.com.ar/foro/post19823.html#p19823

CAPITULO VIII:"Nada había sido en vano", por Roberto CAROZZO. En Buenos Aires, al atardecer del miércoles 20 de agosto.

Nürburgring vivía la primera hora de la madrugada. Argentina vivía la primera hora de la esperanza. A través de la radio, el ronroneo de los motores preanunciaba el momento de la largada...en ese instante, las manecillas del reloj del tiempo detuvieron su andar y comenzaron a retroceder. Del 19 de agosto de 1969, mi pensamiento retrocedió al 14 de febrero de 1968, y se instaló en el 10º piso del Hotel BRISTOL, frente al puerto del principado de Mónaco, para repasar fotográficamente lo que podrí­a llamarse el "arranque", la primera contracción, aquello que es el anuncia de la llegada de algo nuevo...
En una mesa estábamos Oreste BERTA, su esposa, Héctor Luis GRADASSI, Bernard TRAMONT y yo. Era el primer almuerzo tranquilo luego de experimentar durante cuatro días consecutivos las posibilidades del Torino 380W en uno de los recorridos del Rally de Montecarlo. En otra, pegada a la nuestra, el equipo Citröen tomaba su último almuerzo "civil". Esa noche Lucien BIANCHI, Jean Claude OGGIER, Robert NEYRET, la señorita POINTET y sus navegantes, se lanzarí­an en una aventura de 5 días.
Bernard TRAMONT, francés de nacimiento, con 4 años de residencia en España, comenzó a darles impresiones de nuestro auto argentino. Los franceses se quedaron maravillados con el tiempo que GRADASSI, habí­a empleado en el tramo cronometrado de Pont-des-Miolans. Su interés, despertó el mí­o, y previa consulta con BERTA, les ofrecimos el Torino para que lo probasen. OGGIER y POINTET recogieron el guante...
La pista de prueba, fueron los caminos de cornisa que llevaban de NIZA a MENTON. OGGIER, aceleraba y desaceleraba, como queriéndose convencer de que a apesar de la desmultiplicación "larga", la aceleración del Torino no era un espejismo. La sorpresa se pintó aún más en su rostro cuando vió cómo doblaba el "gran auto" en el sinuoso. Cuando bajaron, agotadas ya todas las preguntas sobre las caracterí­sticas del 380 W, me confiaron con una sonrisa:"Dí­gale al Presidente de IKA-RENAULT que si se corre el "Tour de L'argentina" nos gustaría hacerlo con un Torino. Es mucho más auto que el Mustang y aquí en Europa, podría andar muy bien. No creemos que el Rally de Montecarlo se le pueda extraer el máximo de rendimiento.." A la hora del té, el acompañante de Lucien BIANCHI, comentó: "yo estoy en la organización de la "Marathon de la Route". Esa es una carrera apropiada para estos autos. Si les interesa, les envío los reglamentos
"¡¡¡LARGARON!!!..." Las agujas marcaban las 20 hs en Argentina. En los entrenamientos nuestros pilotos habían buscado el límite hasta el límite mismo, tratando de girar en 12' y medio. La industria argentina, ya no era una palabra hueca para los oí­dos extranjeros. El Torino era una realidad que golpeaba en los relojes y en las planillas, para desconcierto de aquellos equipos europeos que habían tachado al "auto argentino" de la lista de "probables"...

Saludos.

Yo tengo la extraña impresión de que si hubiera ido Copello, seguro que volvían a Monte-Carlo. Porque Eduardo era un tipo terriblemente optimista, que tenía una confianza ciega en el torino y se aventuraba a cualquier cosa. En cambio, me parece que Pirín Gradassi era más cauteloso o menos aventurado.

Pablo.

Yo solo sé, que cuanto más conozco la campaña de Eduardo COPELLO, más hincha del "maestro" me hago. Ese Torino, bien relacionado, hubiera dado que hablar en Montecarlo.