Por entonces, los tiempos estaban cambiando en nuestro automovilismo vernáculo. Se cuenta que años atrás, la cantidad de participantes en cada competencia era mucho mayor, pero en este 1967, al estar el calendario, saturado de fechas, muchos pilotos, ya sea por presupuesto, o por una mejor calidad en la preparación mecánica de sus autos, elegían, en cuales competir.
Se contaba que años anteriores el número de participantes llegaba a los 80, pero para esta fecha del '67, se habían juntado tan solo 35 inscriptos. El aumento de los costos, tenía también influencia en este hecho. Pero aquellos que peleaban la punta del torneo, dieron el presente, dado que no podían descuidarse en el puntaje.
Era creencia general, que iba a haber un alto porcentaje de clasificados al final de la carrera, pero hubo dos factores que atentaron contra ello: uno, el circuito, y el otro, el ritmo muy elevado, impuesto por los punteros. El trazado era mixto de tierra y asfalto. En el tramo de tierra, el sinuoso era muy exigente, y rara vez se podía colocar directa. El piso soportó muy bien el paso de las máquinas, y solo al final, presentó algunas irregularidades.
Una vez más, los Torino, hicieron y deshicieron, en un circuito que constaba de un tramo muy veloz de pavimento, con uno muy trabado de tierra. En un comienzo, fue Eduardo COPELLO, quién con un auto totalmente nuevo el puntero. Al cumplirse el primer circuito, nadie podía creer la diferencia que le había sacado a su escolta, Eduardo CASÁ. Su promedio con partida detenida, fue de 180,624 kph. Pero luego por tiempo neto, lo seguían TERNENGO, GRADASSI, PERKINS y CASÁ.
Ya en el segundo giro, se vió, quién era el rival de mayor fuste, para el puntero: justamente su compañero de equipo, GRADASSI. En el camino, el cordobés, avanzó dos puestos y superando rivales donde nadie lo haría en su sano juicio: en la tierra, yendo al límite, y sin ver nada, dado que la tierra que levantan los autos, queda en suspensión y por unos instantes, no se ve nada, y se maneja a ciegas. Hay que aclarar que era opinión generalizada entre los pilotos, antes de largar, que no se iba a poder pasarse en el sinuoso de tierra, pero parece que "Pirín", no los escuchó.
Así las cosas, GRADASSI, siguié en la búsqueda de CASÁ, en el camino, y de COPELLO, en los relojes. En la 4ª vuelta, consiguió ambos objetivos. Superó al de Balcarce (CASÁ), en el camino, a unos 30 kms del contro. Y más adelante lo vió tirado a un costado a su coequipier, Eduardo COPELLO, con diagnóstico de embrague. Pero a sabiendas que PERKINS, CASÁ, TERNENGO y CABALÉN, lo seguían de cerca, no levantó ni un ápice el pie del acelerador, y estableció un nuevo récord de vuelta, con 18'03"1/5, que daba 184,638 kph. Detrás suyo, Gastón seguía con su tenaz persecución del cordobés, y a su vez, intentando escaparse del avance de CABALÉN, con su Falcon F-100. Pero el de Ford, a partir de la 7ª vuelta, comenzó a mermar su ritmo, debido a problemas de freno, que volvieron a aquejarlo, como en fechas anteriores. ("Villa Carlos Paz").
A esta altura de los acontecimientos, el parque automotor sufría una notable merma, tanto entre los punteros, como entre el resto de los participantes. Todos sentían la exigencia de una carrera que con el correr de las vueltas, su promedio, en lugar de descender, aumentaba. Así fueron abandonando hombres de la talla de Mario TARDUCCI, COPELLO, MATÍAS, TERNENGO, CASÁ, LULUAGA y otros más.
A pesar de los abandonos, la carrera tuvo emoción hasta la bandera final. GRADASSI, logró su segundo triunfo en dos semanas, y 9 puntos que lo acercan a COPELLO.
*Luego del reportaje de rigor de "Carburando", "Pirín", se acercó a sus auxilios, donde estaba hasta su hermano, y les dijo:"Ustedes me perreaban los tiempos al final, para que anduviese más despacio". Todos juraron que no...
*Gastón PERKINS, dirigiéndose a GRADASSI, le dijo: "Usted es muy informal y medio desmemoriado. ¿No se acuerda que esta carrera tenía que ser para mí?". La chanza venía porque se había agrandado la familia de PERKINS, con la llegada de su hija Ivonne Cecilia, y decía que necesitaba el premio del primer puesto, para hacerle un regalo a su señora.
*La carrera del hombre de DONATI hnos. fue tan buena como siempre. Lo perjudicó largar muy atrás, con un número muy bajo, pero fue recuperando camino en la ruta, y llegando a los puestos de punta. Llegó a la última vuelta, a la cola de GRADASSI, pero algunos problemas con la bomba de nafta, le impidieron dar el todo por el todo, en la búsqueda de la victoria.
*Oscar CABALÉN volvió a ser el mejor representante de Ford. Hubiera estado en la lucha por la posición de escolta, hasta el final, de no haber sido por los frenos.
*Otro de los abandonos, lo protagonizó el "califa chico", Nasif ESTÉFANO. su Torino, claudicó faltando poco para el final, cuando estaba en puestos puntuables.

Muy bueno, otros tiempos, para mi mucho mejores.........

Muy bueno, los recuerdos de la época dorada de los toros; ahora no entiendo, en esa época - solo 1967 - los autos de carrera iban al circuito donde corrían andando? y pregunto ésto por el relato sobre el choque del torino de Copello, el cuál fuera reparado en chapa y pintura el día previo a la carrera - relacionado a su vez, con el debut del toro en San Pedro y Gradassi cuando fué a comprar helado con la W - increíble y doblemente meritorio en razón de lo que aguantaban los motores, a pesar de no existir la tecnología de hoy. Saludos. Iván 07.

Muchísimas gracias Jorge. ¿Hay algún dato sobre la causa del abandono de Eduardo J. Copello? Otras épocas, sin dudas. No había televisión y el "show" estaba muy limitado a manejar. No había lugar para puteríos, mariconeadas, llantos ni boludeces.

Pablo.

Embrague Pablo. En aquella época llegaban andando a los circuitos, pero piensen que no tenían el nivel de preparación actual. Eran autos de algo más de 250 HP, estimo. Hoy día, los autos de "300 Libres", muchos de ellos, llegan andando, circulando por las calles porteñas, y del conurbano bonaerense, y con bastante más potencia, que la de aquellos autos. Saludos.